Vecinos de la localidad de Salto Encantado, aseguran ser víctimas de un procedimiento policiaco irregular y violento, donde la policía involucró a un vecino en un supuesto asalto a mano armada, tras un conflicto personal con otro ciudadano.
Un nuevo caso de abuso policial sacude a la comunidad de Salto Encantado, Misiones. Darío Montiel, vecino del lugar, asegura ser víctima de un procedimiento irregular y violento por parte de la Policia de Misiones. En diálogo con Radio Up 95.5, Montiel expuso su indignación frente a lo que considera un intento de criminalización y encubrimiento policial.
El caso comenzó cuando, según relata Montiel, intervino para defender a un vecino que había sido atacado con un arma blanca por un hombre con quien mantenía un conflicto personal. “El tipo me atacó a mí y a mi vecino con un puñal. Cuando intentamos detenerlo, dijo: ‘Los voy a matar’, pero a pesar de esto, la policía me inventó una causa por asalto en poblado y en banda”, denunció.
Montiel sostiene que las irregularidades no se detuvieron ahí, señalando que los policías que actuaron en el procedimiento estarían protegiendo al agresor. “La comisaría de Salto Encantado y el juzgado parecen estar de su lado. Presentamos pruebas, videos y denuncias, pero no avanzan. Es una vergüenza que el delincuente ande suelto y nosotros tengamos que vivir con miedo”, afirmó.
Además, destacó el papel de su abogada, Cristina Breit, quien también denunció amedrentamientos por parte de la policía. Según Montiel, Breit presentó su caso ante la Gendarmería Nacional debido a que las autoridades locales no garantizan su seguridad. “La doctora Breit es una heroína, necesitamos más abogados como ella, que tengan el coraje de enfrentarse a estas injusticias. Es una vergüenza que tenga que ir a la Gendarmería porque la policía no la protege”, expresó.
El testimonio de Montiel, que refleja no solo la violencia policial sino también la falta de formación y humanidad en los efectivos, pone en evidencia una problemática mayor en la provincia de Misiones. “La policía no está para golpear o amedrentar, está para prevenir el delito. Pero aquí vemos todo lo contrario: persecuciones, torturas y complicidad con los delincuentes. La provincia tiene que formar buenos policías”, manifestó con indignación.
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Montiel también lamentó la incertidumbre en la que vive junto a su familia. “Tengo miedo. Amenazaron a mi hijo de 14 años, incluso tiran piedras en mi casa. Yo trabajo, pago mis impuestos y no le debo nada a nadie. Es indignante que ahora tenga que huir de mi pueblo porque el delincuente está armado y protegido por la policía” declaró.
El caso se tramita en el Juzgado N°2 de Oberá, donde Montiel y sus abogados solicitaron que se investigue tanto la denuncia de torturas como el supuesto intento de criminalización en su contra. Mientras tanto, el vecino de Salto Encantado continúa pidiendo justicia. “No quiero que esto le pase a nadie más. Necesitamos un cambio urgente en la provincia, empezando por una policía comprometida y formada”, concluyó.
El testimonio de Montiel no es un hecho aislado en la región. Casos similares salieron a la luz, exponiendo un patrón de abuso e impunidad que requiere atención urgente de las autoridades provinciales y nacionales.
