En diálogo con Radio Up 95.5, Franco Bacigalupi, director de Seguridad Acuática de la provincia de Misiones, abordó la problemática de la escasez de guardavidas y su impacto en la implementación de la Ley Provincial de Seguridad Acuática.
La ley de seguridad acuática, aprobada el año pasado, tiene como objetivo regular las actividades acuáticas en espacios públicos y privados, una tarea crucial en una provincia con numerosos cursos de agua.
En este sentido, Bacigalupi destacó que solo cuatro municipios (Candelaria, Posadas, Oberá y Eldorado) se han adherido a la ley.
“Es difícil seguir trabajando con los que hoy están adheridos, que son pocos», explicó Bacigalupi. La falta de guardavidas es un obstáculo significativo.
Aunque existen dos escuelas de formación en Posadas, la cantidad de graduados no es suficiente para cubrir la demanda en toda la provincia. “Lamentablemente, adherirse a la ley también es una responsabilidad del municipio, porque muchos creen que uno les da la solución o les lleva al guardavidas, y no es así”.
Cabe resaltar que la provincia de Misiones cuenta con numerosos cuerpos de agua, lo que aumenta la relevancia de la seguridad acuática.
Según Bacigalupi, “en Misiones hay un curso de agua por cada 1,000 metros en promedio”. Además, una estadística realizada en Posadas reveló que entre el 60% y el 70% de los misioneros no saben nadar, lo que agrava la situación.
“Nosotros hablamos de saber nadar, no de ser un nadador competitivo, sino de tener las nociones básicas de flotación y movimiento en el agua”, aclaró.
Por otra parte, indicó que la habilitación de balnearios también presenta desafíos. “El balneario es una habilitación como un comercio, tiene que cumplir con requisitos”, señaló Bacigalupi.
Entre estos requisitos, se encuentran la presencia de torres de guardavidas cada 100 metros y la realización de batimetrías para asegurar que el lugar sea seguro para nadar. Sin embargo, muchos lugares no cumplen con estas normativas, y algunos guardavidas no tienen la formación adecuada.
“Tenemos mucha gente que no hace ni cursos, o le ponen porque es el hijo del encargado, o el hijo del dueño, y terminan siendo guardavidas sin tener noción de salvar a alguien”, remarcó Bacigalupi.
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La provincia enfrenta un déficit significativo de guardavidas. Bacigalupi informó que cada año entre 170 y 180 guardavidas rinden la reválida, lo cual no es suficiente para cubrir la demanda en los municipios adheridos.
“Oberá tiene un problema porque hace varios años no abrió la escuela de guardavidas, entonces no está habiendo recambios”, mencionó. Además, la emigración de guardavidas hacia otros países, como Brasil, agrava la situación. “El año pasado perdimos 15 guardavidas que se fueron a trabajar a Brasil”.
A pesar de los desafíos, la implementación de la ley ha contribuido a una disminución en el número de ahogamientos. Bacigalupi recordó que en 2011 hubo 93 ahogamientos en la provincia, mientras que en los últimos años el número ha bajado a entre 16 y 25 por año. “La concientización de entender que el medio acuático se debe disfrutar con conciencia ha ayudado mucho”, afirmó.
Por último, Bacigalupi señaló que la falta de adhesión de otros municipios puede deberse tanto a problemas financieros como administrativos. “Yo creo que el problema es el guardavidas. Si hoy se adhiere un municipio y no tiene un guardavidas, tengo que decirles que clausuren los balnearios o las piletas”, comentó. Además, subrayó la importancia de empezar con ordenanzas que exijan elementos de seguridad y fomenten la formación de guardavidas.