En un contexto político nacional marcado por la fragmentación y las alianzas cambiantes, Horacio Spallanzani, diputado provincial (mandato cumplido) por la Unión Cívica Radical (UCR), expresó su preocupación por la situación interna del radicalismo tanto a nivel nacional como provincial.
En diálogo con Radio Up 95.5 durante el ciclo “La Última Rosca”, conducido por Alejandro Chini y Bryan Villalba, Spallanzani ofreció una mirada crítica sobre la conducción actual del partido, así como sobre los desafíos que enfrenta el radicalismo en Misiones.
En primera instancia, Spallanzani rechazó la idea de que el radicalismo esté alineado con el kirchnerismo, una percepción que, según él, es errónea. “Yo no creo que los radicales estén cercanos al kirchnerismo, todo lo contrario. Sí, hay actitudes sospechosas, otras criticables y otras cuestiones que vienen desde hace tiempo”, afirmó.
Subrayó que la falta de unanimidad en las votaciones dentro del bloque debilita la imagen del partido, lo cual es preocupante en un momento en que la claridad y la coherencia son esenciales.
El exdiputado también se refirió al liderazgo de Martín Lousteau dentro del partido, sugiriendo que no ha logrado consolidar una dirección clara. “No hay una cabeza, más allá de que formalmente está constituido con la presidencia de Lousteau, pero me parece que no hay un liderazgo ni siquiera un respeto por esa cuestión dirigencial”, sostuvo.
Spallanzani destacó la dispersión y confusión que prevalece en el radicalismo, una situación que, según él, exige un reordenamiento profundo, especialmente tras la ruptura de Juntos por el Cambio.
En cuanto a la Comisión Bicameral de Inteligencia, Spallanzani no ocultó su preocupación por las implicaciones de su formación. “Estar rodeado de Moreau y Parrilli realmente es muy fuerte, y que eso tenga alguna moneda de cambio sospechosa también es muy fuerte”, afirmó, sugiriendo que la cercanía de Lousteau con figuras vinculadas al kirchnerismo podría comprometer la integridad del partido.
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Al abordar la situación en Misiones, Spallanzani fue claro en su postura sobre la posibilidad de fundar nuevas expresiones opositoras. “La dispersión política es negativa, siempre tienen que existir alternativas fuertes y lo que me parece que se está dando justamente es el debilitamiento de las alternativas frente a un poder hegemónico”, expresó.
Según él, la revitalización del partido es la clave para enfrentar al oficialismo, más que la creación de nuevas fuerzas políticas.
Spallanzani también reflexionó sobre el desafío de formar alianzas en la provincia para las próximas elecciones legislativas, reconociendo que la situación es complicada. “Juntos por el Cambio está seriamente dañado y otro sector que podría ser más pro-oficialista también encuentra resistencia en ambos lados”, dijo, sugiriendo que cualquier nueva alianza dependerá de un debate interno que el partido aún no ha resuelto.
Finalmente, Spallanzani enfatizó la necesidad de que el radicalismo defina claramente su posición en la coyuntura actual, especialmente ante las políticas del gobierno. “Hay una división, no tanto de la dirigencia, sino de los propios afiliados”, observó, subrayando la importancia de que la dirigencia represente los intereses y valores de sus seguidores, especialmente en cuestiones cruciales como la reciente aprobación del pliego del juez Lijo.