En la última sesión de la Cámara de Diputados, se oficializó por ley el reconocimiento a Puerto Rico como la Capital Provincial de la Industria, consolidando su posición como uno de los polos industriales más significativos de Misiones.
Eduardo Graef, referente del Parque Industrial de Puerto Rico, celebró la declaración y destacó el esfuerzo de los empresarios locales, quienes, según sus palabras, han sido “pioneros en la industrialización en la zona”.
Este nombramiento resalta el papel de Puerto Rico en la economía provincial, donde operan alrededor de 900 pymes e industrias, generando más de 2,500 puestos de trabajo. «Es un polo industrial bastante importante dentro de la provincia de Misiones», subrayó Graef, en diálogo con “RX – Realidad Mixta” de Radio Up 95.5.
La localidad supo aprovechar sus recursos para desarrollar industrias diversas, destacándose sectores como la cerámica, la producción almidonera, la foresto-industria, la carpintería, el cuero y la industria de envases de cartón.
Con un Parque Industrial que data de 1994 y que se sostiene principalmente por el aporte de los privados, Puerto Rico cuenta hoy con 22 a 25 empresas instaladas en su parque, las cuales generan empleo directo para unas 300 personas en el municipio. “El Parque Industrial siempre ha sido un lugar de referencia en la provincia”, destacó Graef, agregando que se trata de uno de los parques industriales más antiguos y de mayor trayectoria en Misiones.
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La situación económica, sin embargo, no ha sido sencilla para el sector. Graef describe la realidad que enfrentan muchas empresas de la región, en especial las dedicadas a la foresto-industria: “Es un contexto económico muy complicado para todas las pymes, no tienen realmente más capacidad de aguante”. A pesar de esto, Graef se mostró optimista, con la esperanza de que el próximo año traiga mejores perspectivas: “Esperemos que esto se revierta a inicios del año próximo”.
El reconocimiento de Puerto Rico como capital de la industria provincial llega en un momento crucial, ya que, como menciona Graef, representa “una caricia al alma para todos los que estamos trabajando en la actividad industrial”. Este nombramiento no solo reafirma la relevancia económica de Puerto Rico, sino que también ofrece un espaldarazo simbólico para quienes apostaron por el desarrollo industrial en la zona, a pesar de las dificultades actuales.
Por último, Graef ve en esta distinción una motivación para seguir impulsando la industria local, no solo como un motor económico, sino también como un ejemplo de resiliencia y adaptación en tiempos difíciles. “Este reconocimiento es un aliciente para todo el empresariado de la zona y un tributo a quienes se han esforzado en construir un polo industrial de referencia en Misiones”, completó.
