El Ministerio de Gobierno dispuso la medida luego de que se constataran numerosas irregularidades en la asamblea de elección de autoridades.
Joaquín Cabral, es el elegido por el Ministerio de Gobierno de la Provincia, que tomó la decisión de intervenir el Jockey Club de Posadas a raíz de detectar numerosas irregularidades denunciadas por socios en la última asamblea de elección de autoridades.
Esta decisión se desencadenó luego del escándalo de la Copa Challenger, donde un caballo falleció en plena carrera y se producían apuestas de todo tipo, en forma ilegal, que fueron filmadas y viralizadas en redes sociales por quienes concurrieron.
La Dirección de Personería Jurídica declaró “irregular e ineficaz” la asamblea del 30 de agosto en la cual se designó a Gustavo Mussi presidente.
Había sido convocada por el presidente interino, Víctor Martínez. Cuatro agrupaciones de socios presentaron pruebas de irregularidades ante esa Dirección. Entre las irregularidades “constatadas” se mencionan la falta de presentación del padrón a tiempo, anomalías en la lista de socios con derecho a voto y diferencias entre lo publicado en los edictos de convocatoria y lo que se trató.
Mussi nunca asumió y Martínez fue quien firmó un contrato de comodato para ceder las instalaciones del hipódromo a los organizadores de la Copa Challenger, que derivó en el escándalo.
El propio “interino” se justificó diciendo que los organizadores fueron responsables de todo y que el contrato establece claramente que el Jockey Club delegó la seguridad, la organización y los seguros. Sin embargo, la intervención tiene fundamentos en la asamblea previa a la Copa Challenger.