El 5 de octubre de 2023, en localidad de San José, a unos 45 kilómetros de Posadas, Ángel Exequiel Barboza fue detenido para averiguación de antecedentes. Lo que parecía una intervención rutinaria terminó en tragedia. Doce días después de su arresto, Exequiel fue hallado muerto en una celda de la comisaría local.
A un año de su fallecimiento, sus padres, Sara Escobar y Miguel Ángel Barboza, siguen luchando por justicia, mientras el caso parece estancado.
“Exequiel era inocente, no entendemos por qué lo detuvieron ese día”, expresó Sara Escobar, madre de Exequiel, en diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5. Durante los días que pasó detenido, la familia intentaba tramitar su excarcelación, convencidos de que no existía motivo alguno para su arresto. Sin embargo, Exequiel no salió con vida de la comisaría. “Mi hijo entró vivo a la cárcel y salió en un cajón”, afirmó Sara.
Según la familia, Exequiel habría sufrido maltratos durante su detención, y el 17 de octubre de 2023, la policía informó a sus padres que había amanecido muerto. Aunque las circunstancias exactas de su muerte siguen sin esclarecerse, los padres no dejan de exigir respuestas.
Una justicia estancada
Desde aquel fatídico día, el avance en la causa judicial fue prácticamente nulo. “Hasta ahora no se movió nada”, denunció Sara. El 3 de agosto de 2024, la familia presentó la última recusación al juez encargado del caso, Miguel Ángel Faría, quien había sido el mismo juez que, en su momento, denegó la excarcelación de Exequiel.
“Pedimos que Faría deje de ser juez a cargo porque fue quien rechazó la excarcelación de Exequiel y no sería competente para investigar a los policías”, explicaron los padres.
El pedido de recusación aún no fue respondido, y la investigación parece haberse detenido desde entonces. “Hay una corrupción tremenda en San José y la justicia no mueve nada”, afirmó Miguel Ángel Barboza, padre de Exequiel.
A pesar de las denuncias por malos tratos y de la muerte de Exequiel bajo custodia policial, los efectivos involucrados siguen en funciones. “Los mismos efectivos que habían detenido a Exequiel están todavía trabajando”, aseguró Miguel Ángel. Según detalló, los policías fueron trasladados a otra comisaría dentro del mismo pueblo, pero continúan ejerciendo su labor, algo que genera indignación en la familia.
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A un año de la muerte de Exequiel, la familia Barboza no baja los brazos. En una fecha tan dolorosa, Sara y Miguel Ángel viajaron hacia Apóstoles con la esperanza de reunirse con el juez y obtener respuestas. “Vamos a reclamar a ver que la justicia avance. Vamos con la abogada a hablar con el juez”, explicó Miguel, quien aún busca entender por qué su hijo fue detenido, por qué se le negó la excarcelación, y por qué, un año después, los responsables no rindieron cuentas.
“Mi hijo no tenía causa, no era un delincuente, no era nada”, expresó Sara, resaltando la inocencia de Exequiel. Tanto ella como Miguel Ángel mantienen viva la esperanza de que, algún día, la verdad salga a la luz y que los responsables de la muerte de su hijo enfrenten la justicia que, hasta el momento, parece estarles negando. “Lo único que pido es que se haga justicia”, concluyó Sara.
