El gobierno nacional anunció recientemente la eliminación de las retenciones para las economías regionales, una medida que busca aliviar la presión fiscal sobre productores locales y fomentar el desarrollo de sectores claves en el interior del país.
En diálogo con Radio Up 95.5, Jakimczuk expresó que, aunque la medida es bienvenida, no será suficiente por sí sola para revertir los problemas estructurales del sector. “Yo creo que sí habrá beneficios, no van a ser significativos a lo mejor como lo estamos esperando nosotros, pero sí va a ser una ayuda”, indicó.
El referente maderero explicó que existen dos tipos de industriales en la provincia: aquellos que trabajan con madera implantada, como pino y eucalipto, y quienes dependen de madera nativa, cuyo mercado está enfocado exclusivamente al consumo interno. Según Jakimczuk, los industriales que exportan enfrentaron grandes dificultades debido al bajo precio del dólar oficial, lo que limita sus márgenes de ganancia. “Estamos trabajando, como quien dice, para que siga rodando la rueda, porque de ganancia o margen queda poco o nada”, señaló
Además, la caída de la obra pública en el último año golpeó fuertemente al mercado interno, que es el principal sostén de los pequeños y medianos productores. “La demanda cayó estrepitosamente, un 70-80%. Estamos vendiendo al precio de agosto del año pasado y muchas veces por debajo de ese precio. La rentabilidad es nula y algunos están trabajando prácticamente a pérdida”, denunció Jakimczuk.
Pese al complejo escenario actual, el empresario destacó que el sector mantiene expectativas moderadas para el año en curso. “Creemos que al quitar algo de retenciones, las personas del sector agrícola van a tener un margen bastante importante para hacer inversiones. Confiamos en que ahí también entrará nuestra madera”, expresó, mostrando cierta esperanza en la reactivación de la economía.
Sin embargo, el sector enfrenta desafíos críticos más allá de las retenciones, siendo el costo de la energía uno de los principales problemas. Jakimczuk reveló que el aumento del 350% en las tarifas eléctricas ha puesto en jaque a muchas industrias de la provincia. “Hoy la energía para nosotros es un dolor de cabeza grandísimo”, afirmó.
Jakimczuk también se refirió al impacto del apeo ilegal en la provincia, un problema que no solo genera daños ambientales significativos, sino que también perjudica gravemente a los productores legales. “El daño ambiental es grande, pero para nosotros es terrible. Con la poca demanda que tenemos, encima bajan los precios”, explicó, detallando que la madera obtenida ilegalmente se vende a precios muy inferiores debido a la ausencia de costos regulatorios.