La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó la incorporación de 300 efectivos del Ejército en la provincia de Salta y anunció la posibilidad de medidas similares en la frontera misionera.
El reciente anuncio del Gobierno Nacional sobre el refuerzo de control en las fronteras del norte argentino ha generado incertidumbre en la localidad de Bernardo de Irigoyen, Misiones. Ante este panorama, el sector comercial de la región manifestó su preocupación y reclamó mayor participación en la toma de decisiones.
Walter Feldman, presidente de la Cámara de Comercio de Bernardo de Irigoyen, expresó su malestar en diálogo con el programa “RX – Realidad Mixta”, a través de Radio Up 95.5: “Nos enteramos siempre por los medios o cuando ya las medidas están tomadas. Lo que pedimos es que antes de implementar un control se reúna a la gente de la zona, a las autoridades municipales, a los empresarios y a la Cámara de Comercio en una mesa de diálogo”.
El dirigente hizo hincapié en la particularidad de la frontera seca que separa a Bernardo de Irigoyen de Brasil. A diferencia de otros puntos del país, aquí no hay un río o un puente que funcione como límite natural, lo que genera una integración fluida entre ambas comunidades. “A nosotros no nos separa un río, no nos separa un puente, no nos separa nada. Son ciudades que están interconectadas y que trabajan en conjunto. Hay comités de desenvolvimiento territorial donde la Cámara de Comercio de Argentina y la de Brasil planifican actividades juntas”, explicó Feldman.
Uno de los principales reclamos del sector comercial es la falta de infraestructura aduanera acorde al crecimiento del comercio fronterizo. Feldman señaló que “Brasil hizo una aduana de cargas moderna, mientras que nosotros seguimos con la misma aduana de turismo de hace 50 años”. Esta situación genera embotellamientos y largas esperas en el paso fronterizo, lo que motiva a los ciudadanos a utilizar caminos alternativos no habilitados. “La aduana tiene dos carriles de ingreso y está siempre saturada. La gente prefiere pasar caminando por el Lago Internacional, que fue pensado para la integración, pero ahora lo quieren clausurar”, agregó.
Si bien desde el sector comercial reconocen la necesidad de combatir el contrabando y el paso clandestino de mercaderías, sostienen que la estrategia del Gobierno debe contemplar la realidad socioeconómica de la región. “En los pasos clandestinos no solo pasan cargas de camiones, también lo hace gente que visita a sus familiares, que lleva a su hijo a natación o a clases de inglés en Brasil. Acá no tenemos un lugar tan grande para abarcar a todos”, ejemplificó Feldman.
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Otro punto clave es la dependencia de los servicios de salud y educación de Brasil. “Mucha gente estudia en universidades brasileñas. Además, si querés una salud adecuada, en lugar de viajar a Posadas o El Dorado, te vas a Brasil y te atendes de manera privada, y a un costo menor que en Argentina”, destacó el referente comercial. También criticó el estado del hospital local: “Si pisás el hospital de Irigoyen, capaz que salís más enfermo de lo que entraste”.
El endurecimiento de los controles podría generar una caída en la actividad comercial y turística. “El turismo brasilero, que viene a gastar en hoteles y restaurantes, puede dejar de venir por miedo. Encima, la mala fama de la frontera corre rápido, y eso nos perjudica diez veces más que a los grandes contrabandistas”, advirtió Feldman.
Por otra parte, la crisis económica también impacta en los hábitos de consumo de los argentinos. “Hoy el sueldo no alcanza y mucha gente cruza a Brasil a comprar alimentos básicos porque la canasta en reales es más barata que en pesos. Con las nuevas restricciones, esa posibilidad también está en peligro”, lamentó.
Desde la Cámara de Comercio insisten en la necesidad de un abordaje integral de la problemática fronteriza, que contemple la realidad local y la integración regional. “Que controlen el contrabando de grandes cargas, estamos de acuerdo. Pero no pueden venir a imponer metodologías sin conocer la cultura de la frontera”, concluyó Feldman.