El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) se enfrenta a la tarea de encontrar un nuevo instrumento para fiscalizar la producción de yerba mate luego de que la AFIP eliminara la hoja de ruta yerbatera, una medida que había sido utilizada durante más de 20 años para asegurar la trazabilidad de la producción. Así lo confirmó Ricardo Maciel, representante de Misiones en el directorio del INYM, en diálogo con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5.
La resolución general 5555/2024 de la AFIP, emitida el 28 de agosto, dejó sin efecto varios documentos utilizados en la cadena de industrialización de la yerba mate, incluyendo la hoja de ruta. Este formulario, implementado desde 1998, fue clave para monitorear el traslado y la procedencia de la yerba verde y la yerba canchada, permitiendo una mayor transparencia en el proceso. “A partir de esta eliminación, nos obliga a generar nuevos instrumentos para seguir haciendo la fiscalización que es necesaria”, explicó Maciel.
La hoja de ruta, que era administrada por la Cámara de Molineros, tenía un costo de aproximadamente 4.000 pesos y venía en formato cuadruplicado, con sistemas de seguridad para evitar su falsificación. “Un camión lleva mínimo 20.000 kilos de yerba canchada, y si consideramos que hoy la canchada está a unos 1.200 pesos, los 4.000 pesos de la hoja de ruta prácticamente no significan nada en comparación”, destacó Maciel.
El objetivo de la hoja de ruta era garantizar que se conociera el origen y destino de la yerba mate transportada, un aspecto crucial para evitar el comercio informal. “Hoy esa trazabilidad está en riesgo”, advirtió Maciel, señalando que sin este control, es más difícil asegurar que la yerba transportada sea legítima y no de origen desconocido o incluso robada. En muchos casos, la hoja de ruta facilitaba controles en puntos claves, donde las autoridades verificaban la documentación con gendarmería.
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Ante la eliminación de este instrumento, el INYM se prepara para emitir nuevas resoluciones que permitan continuar con la fiscalización. “De forma inmediata, ya la semana que viene, estaríamos modificando nuestras resoluciones para exigir los remitos tanto de ingreso y egreso en los secaderos como en el transporte de la yerba”, afirmó Maciel. Además, adelantó que a mediano plazo se implementará un nuevo sistema para reemplazar a la hoja de ruta, lo que permitirá al instituto seguir controlando la trazabilidad del producto.
Si bien la eliminación de la hoja de ruta no afecta directamente al precio de la yerba, su ausencia genera preocupación en cuanto a la fiscalización y control de la producción. “Para la AFIP, eliminar la hoja de ruta no significa ninguna situación positiva desde el punto de vista impositivo, pero para nosotros es una herramienta fundamental de control”, enfatizó Maciel.
El INYM, pese a los cambios recientes, sigue manteniendo sus competencias en materia de fiscalización, aunque ha perdido algunas funciones regulatorias tras la implementación del DNU 70/2023. Sin embargo, Maciel subrayó que la entrega de estampillas, un aspecto clave para la comercialización de la yerba envasada, seguirá estando ligada a la capacidad del instituto de asegurar la trazabilidad del producto.