Los precios pagados a los productores en diversas localidades son alarmantemente bajos, generando gran preocupación en el sector.
La cosecha de yerba mate en la provincia de Misiones durante la temporada 2024 fue marcada por profundas desigualdades entre las distintas zonas productoras. Mientras que en el norte de la provincia se experimentó una cosecha casi nula, el sur mostró una actividad más dinámica en la zafriña, la cosecha de verano. Sin embargo, los precios pagados a los productores en diversas localidades fueron alarmantemente bajos, generando gran preocupación en el sector.
La diferencia de precios entre las distintas regiones productivas de la yerba mate en Misiones es un reflejo claro de la difícil situación que atraviesa el sector. En el sur, donde la cosecha fue más activa, los precios de la hoja en secadero rondaron entre los 350 y 360 pesos por kilo, según el director de la Producción del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Antonio França. “Zona sur se pagó mejor o bastante, acorde de lo que estamos discutiendo ahora”, explicó el funcionario.
Sin embargo, la situación en el norte fue muy distinta. En zonas como San Vicente, San Pedro y 25 de Mayo, los productores recibieron montos alarmantemente bajos, llegando en algunos casos hasta los 50 pesos por kilo de hoja verde en planta. “En San Pedro y San Vicente, el precio es de 50 pesos por kilo de hoja verde”, señaló França, quien mostró su indignación ante los precios en esas regiones. La cifra resulta especialmente preocupante, ya que representa menos de la mitad del valor que los productores recibirían en circunstancias normales.
El desplome de los precios de la yerba mate se debe, en gran parte, a la falta de un precio mínimo fijado por el INYM, que perdió sus facultades para hacerlo tras la sanción del DNU 70-2023. Según França, “el precio se desplomó. En la materia prima hubo casi una reducción de más del 50% en 2024”. Aunque los precios al consumidor no han variado significativamente, la falta de rentabilidad para los productores se ha vuelto un tema central. “Lo que nos está mostrando esa señal es que el ajuste en el sector productivo está recayendo sobre la materia prima”, destacó el director.
Las condiciones climáticas también jugaron un papel importante en la cosecha de yerba. Franza explicó que, en general, la safrinha, que históricamente se realiza para mantener la actividad productiva entre las cosechas principales, no fue tan activa como en años anteriores. “Sabemos que la safrinha este año no fue tal como los años anteriores”, indicó. La falta de lluvias y la preocupación por la calidad de la planta llevaron a muchos productores a optar por no cosechar en este período, lo que también ha impactado en la cantidad de yerba disponible.
Por otro lado, el director destacó la importancia de cuidar las plantaciones, pues cosechar en esta época, si no se hace con el debido cuidado, puede perjudicar tanto la calidad del producto como la salud de las plantas. “Cosechar yerba en verano es perjudicial para la plantación”, agregó.
Otro aspecto crítico señalado por França es la creciente estructura de costos en la producción de yerba mate. “Hoy nosotros, los tres directores de la producción, construimos una grilla de costos de la hoja verde en planta, y ronda los 400 pesos el kilo”, detalló. A esto se le debe sumar el 15% de ganancia para los productores, lo que llevaría el precio total a alrededor de 500 pesos por kilo, un valor muy alejado de los precios actuales pagados en el norte de la provincia.
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La logística también se presenta como un desafío adicional, ya que muchas zonas productoras están alejadas de los secaderos y, en consecuencia, los costos de transporte elevan aún más el precio de producción, afectando la rentabilidad de los productores más alejados de los centros industriales.
França expresó su preocupación por la falta de estabilidad y previsibilidad en los precios, e hizo un llamado a la unidad dentro del sector para lograr una solución. “Tenemos que tener mucha cintura, mucha cintura de convencer a los industriales, a los secaderos particulares, que no sean cooperativas, para acordar un precio razonable para el productor”, indicó.
El director también subrayó la necesidad de encontrar un equilibrio para asegurar que los productores puedan recibir un precio justo por su trabajo, y destacó que la solución no solo depende de los precios, sino también de la continuidad del Instituto Nacional de la Yerba Mate como institución clave en la defensa de los intereses de los productores.