La crisis del sector yerbatero y tealero en Misiones sigue profundizándose. Con un precio de la hoja verde que consideran “de miseria” y una falta de respuesta de los gobiernos provincial y nacional, los productores han decidido intensificar las protestas en distintos puntos de la provincia.
Cristian Klingbeil, productor y dirigente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM), dialogó con Radio Up 95.5 durante el ciclo “Segunda Página” y advirtió que la situación es insostenible y que la única opción que les queda es salir a la calle. “Lo bueno es que la gente está entendiendo que no queda otra que salir a protestar”, aseguró.
Un precio injusto y un robo millonario
Uno de los principales reclamos del sector es el bajo precio que reciben por la hoja verde. Según Klingbeil, actualmente algunos secaderos están ofreciendo apenas 180 pesos por kilo, un valor menor al del año pasado.
“El año pasado se cosecharon casi mil millones de kilos de hoja verde. A nosotros nos robaron mínimo 200 pesos por kilo. Multiplicado por mil millones, es más de 200 mil millones de pesos que nos los robaron al circuito económico”, denunció el productor.
Además, explicó que este despojo no solo afecta a los productores, sino a toda la economía local. “Si a mí me pagan mejor, pago mejor el tarefero, invierto en la chacra, gana el que me vende fertilizante, gana el que repara tractores. Pero hoy está pasando todo lo contrario, cada vez nos alcanza menos”, lamentó.
El precio justo que piden los productores
Klingbeil señaló que, según cálculos del sector, el precio mínimo que garantizaría la rentabilidad de la producción debería rondar los 500 pesos por kilo.
“La mayoría se alinearon en 500 pesos. Hoy se habla de 255, me parece bajo. Hablar de menos de 500 pesos es regalar la yerba”, afirmó.
Además, criticó el impacto de la inflación en los costos de producción: “Todos los días se mueven los números. Si sube el combustible, suben los insumos. Hablar de costos actualizados es imposible porque cada semana cambia todo”.
Sin apoyo político ni respuestas del gobierno
Otro de los reclamos de los productores es la falta de apoyo por parte de los legisladores y funcionarios provinciales y nacionales.
“Nos sentimos bastante abandonados por el Gobierno Nacional. Se olvidó directamente de nosotros o juega con nuestra necesidad”, afirmó Klingbeil. También criticó la inacción de los legisladores: “Tenemos diputados nacionales de cuatro espacios políticos y ninguno hizo mención en los últimos tiempos de nuestra situación. Están todos peleando por ver quién es más libertario, quién consigue un lugar en la próxima lista”.
Sobre el rol del gobierno provincial, señaló que, si bien hay intentos de acompañamiento, la respuesta es insuficiente. “El problema es que desde el oficialismo provincial no vemos un apoyo firme al sector productivo que se está cayendo a pedazos”, expresó.
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La inseguridad en las chacras: “Estamos librados a la suerte de los chorros”
La crisis no solo se refleja en los números, sino también en la inseguridad que golpea al sector. Klingbeil denunció que los robos en las chacras son cada vez más frecuentes.
“Hace algunos días dije públicamente que estamos librados a la suerte de los chorros. Las chacras son tierra de nadie, necesitamos que el gobierno se ocupe”, sostuvo.
Entre los casos recientes mencionó robos de herramientas, insumos y hasta cosechas enteras de yerba mate. “Un productor fue a cosechar y se encontró con sus plantas ya cosechadas. Hizo la denuncia y después encontró la yerba escondida en un monte”, relató.
Además, apuntó a la falta de recursos de las fuerzas de seguridad: “A veces tenés que ir a la librería a comprar hojas porque la comisaría no tiene dónde imprimir la denuncia. Si pinchan una goma del patrullero, los policías tienen que poner plata de su bolsillo para arreglarla. Así estamos”.
Un futuro incierto
Con protestas planificadas en varios puntos de la provincia, los productores yerbateros buscan visibilizar su situación y exigir respuestas concretas. Mientras tanto, la incertidumbre sigue creciendo.
“Hoy no podemos más”, resumió Klingbeil. “Esperamos que la situación cambie, pero así como están las cosas, lo único que nos queda es seguir peleando por un precio justo”.