Dos sujetos, uno de barba, otro gordo y “que hablaban en otro idioma” que no era guaraní – posiblemente gitanos dice la madre – a bordo de una camioneta negra, marca Hilux, secuestraron a una niña del barrio Santa Cecilia 3 de Candelaria.
“El que manejaba tenía el tatuaje de una estrella en el antebrazo” recordó la nena. Fue a las 10.30 del viernes cuando Luana Itatí fue a comprar pan a un kiosco ubicado a una cuadra y media de su casa. El suceso desencadenó el auxilio solidario de los vecinos que salieron por todos los medios, en moto, en bicicleta, a pie a tratar de localizar a la criatura.
Luego de publicarse profusamente en las redes sociales, Yesika Miranda hizo la denuncia a la policía que – por un protocolo desactualizado con los tiempos que corren – le recomendaron “esperar 24 horas”. Absurdo. Encima le pedían que “se tranquilice” en medio del drama.
Los datos aportados por la pequeña se sumaron al expediente policial, que cuenta con la patente de la camioneta, asentada en la denuncia por insistencia de la madre y la colaboración de una vecina que logró anotarla. El secuestro duró dos horas aproximadamente.
El final fue dentro de todo feliz, porque los secuestradores arrojaron a la nena de la camioneta en la zona de la estación de servicio YPF de la circunvalación de Candelaria, con una bolsa en la cabeza y amenazas de no denunciar la situación.
Yesika, madre de tres chicos declaró a la prensa que su familia quedó asustada, en shock y que de ahora en más se ocupará de las compras y quehaceres en el barrio con su marido. Recomendo No dejar a los chicos solos, acompañarlos a la escuela ida y vuelta.
La conmoción vivida en el barrio se junta con los sucesos del caratulado secuestro del niño Loan en la localidad de 9 de Julio, Corrientes.
Fuente: (Marcelo Chaparro en El Vecinal)