Un reciente estudio publicado por el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (IPEC) de Misiones reveló datos alarmantes sobre el inicio de las apuestas en niños y adolescentes de la provincia. La investigación, calificada como inédita, arroja luz sobre los comportamientos de jóvenes frente a las apuestas, destacando cifras y patrones que preocupan a especialistas y autoridades.
El estudio, realizado en 20 escuelas secundarias de Posadas, abarcó una muestra de más de 4.000 alumnos, siendo uno de los análisis más representativos en este ámbito. Según los resultados, uno de cada tres adolescentes participa en juegos de apuestas, predominando los jóvenes de entre 15 y 17 años.
Sin embargo, Isabel Zilvetti, responsable del programa de Juego Responsable del IPLyC, destacó un dato impactante: “Dos de cada cinco chicos refieren que sus primeras experiencias de juego arrancaron entre los 10 y los 14 años”, comentó en diálogo con “RX – Realidad Mixta” de Radio Up 95.5.
Este dato no solo revela un inicio temprano, sino también el riesgo de consolidar un hábito perjudicial. “Cuanto menor es la exposición a un elemento adictivo, mayor es la vulnerabilidad a desarrollar algún cuadro relacionado a las adicciones o a la salud mental”, advirtió Zilvetti.
El impacto del celular y la falta de restricciones
Uno de los elementos más relevantes del informe es el rol de la tecnología en el acceso al juego. Según Zilvetti, la mayoría de los adolescentes utiliza el celular como canal principal para apostar, siendo una actividad mayormente virtual. “El 80% de los alumnos señaló que utiliza su dispositivo móvil sin ningún tipo de restricción, lo que abre una puerta significativa para conductas problemáticas”, explicó.
Además, el estudio indica que un 34% de los chicos tuvo su primer celular entre los 7 y los 10 años, lo que potencia el riesgo al no acompañar este acceso con educación sobre los peligros de las apuestas.
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Motivaciones y falsas creencias
Los adolescentes mencionaron diversas razones para participar en juegos de apuestas, destacando el entretenimiento, la emoción, la socialización y la ilusión de ganar dinero fácil. No obstante, Zilvetti subrayó la necesidad de trabajar en la deconstrucción de estas creencias: “Es fundamental desmentir que el juego garantiza dinero sí o sí. Hay que hablar sobre las ilusiones de control que genera y trabajar desde la educación para prevenir”.
Otro dato preocupante del estudio es que el 25% de los adolescentes que apuestan lo hacen diariamente y que un tercio gasta más de 6.000 pesos semanales, dinero que obtienen principalmente de familiares. En algunos casos, incluso se mencionó el uso de planes sociales como el Progresar para sustentar esta actividad.
El rol de la familia y los profesionales
Zilvetti hizo un llamado a las familias a observar los comportamientos de sus hijos y actuar con empatía. “Es importante dialogar con ellos y, si es necesario, buscar ayuda profesional para prevenir el avance de esta problemática. Un tercio de los chicos ya refiere que aumentó el tiempo y el dinero dedicado a esta actividad, lo que refuerza la necesidad de intervenir cuanto antes”, comentó.
El estudio plantea la urgencia de implementar estrategias de prevención que involucren a las familias, las escuelas y el sistema de salud. Además, Zilvetti destacó la importancia de promover un diálogo sobre las apuestas, tanto en el ámbito educativo como en el familiar, para desmitificar creencias y fomentar conductas saludables.
