En Argentina, más de 4 millones de personas conviven con migraña, una enfermedad neurológica crónica y recurrente que afecta profundamente la calidad de vida. A nivel mundial, es la segunda causa de discapacidad, y la primera entre mujeres jóvenes. Sin embargo, sigue siendo una condición subestimada y, muchas veces, mal diagnosticada.
Los síntomas de una crisis migrañosa pueden extenderse entre 4 y 72 horas e incluyen dolor intenso, náuseas, vómitos, hipersensibilidad a la luz y el sonido, dificultades cognitivas y alteraciones visuales. Según datos de la Fundación Americana de la Migraña, más del 90% de quienes padecen la forma crónica de esta enfermedad ve afectadas sus actividades laborales y familiares durante los episodios.
“La migraña atraviesa todos los ámbitos de la vida: personal, familiar, social, académico y laboral”, explicó la doctora Fiorella Martín Bertuzzi, presidenta de la Asociación Migrañas y Cefaleas Argentina (AMYCA). “Muchos pacientes nos cuentan que sus entornos no comprenden el dolor que sienten. En el trabajo piensan que exageran, en su círculo social los tildan de irresponsables si cancelan una cita y en su familia sienten culpa por interrumpir unas vacaciones”.
El estigma en torno a esta condición también genera soledad y frustración entre quienes la padecen. María Agustina Hildt, paciente con migraña crónica y secretaria de la comisión directiva de AMYCA, destacó que, a pesar de su alta prevalencia, la migraña “sigue siendo vista como un simple dolor de cabeza”. En muchos casos, las personas deben consultar entre 4 y 8 profesionales antes de recibir un diagnóstico certero, debido a la complejidad del cuadro y la falta de formación en etapas tempranas.
En Argentina, el 9,5% de la población vive con migraña, y al menos un 1% padece la forma crónica, es decir, más de 15 días con dolor por mes. Esto representa un impacto emocional, social y económico significativo no solo para quienes la sufren, sino también para sus entornos.
Ante este escenario, AMYCA impulsa campañas de concientización, talleres, charlas con especialistas y grupos de acompañamiento para romper con los estigmas y promover el acceso a diagnósticos y tratamientos adecuados. “No hay que tener miedo de consultar con un neurólogo. Es la especialidad más preparada para identificar y tratar la migraña, y en los últimos años hubo muchos avances en el manejo de esta enfermedad”, remarcaron desde la entidad.
Fundada en 2021 por un grupo de pacientes y profesionales de la salud, AMYCA busca construir comunidad y transformar la realidad de miles de personas. Desde la organización invitan a quienes conviven con esta condición a sumarse a través de sus redes sociales, compartir experiencias y participar de los espacios de contención y formación.
“Nos unimos para visibilizar y dar voz a los pacientes. Solo con el apoyo de todos podremos transformar la realidad de la migraña en Argentina”, concluyeron.