El argentino anotó el 1-0 con una brillante definición. El duelo ante Nashville finalizó igualado en tiempo regular y los de Martino se quedaron con la Leagues Cup por 10-9 en los penales
Lionel Messi es el más grande de la historia por sus golazos y sus titulos. En Nashville, el astro del fútbol mundial firmó un zurdazo que ayudó al Inter Miami para gritar campeón por primera vez y convertirse en el máximo ganador de la historia. No obstante, también es el mejor por su humildad, carisma y gestos como el que tuvo en pleno festejo del título de la Leagues Cup.
Como siempre, todos los ojos estuvieron sobre el 10 en la ceremonia de premiacion. Luego de ser reconocido como el goleador y el MVP del torneo, Messi subió último a la tarima para alzar el enorme trofeo que lucirán las vitrinas de la Leagues Cup. En un momento de brillantez y calidad humana, el argentino mandó a llamar a Deandre Yedlin, el defensor que fue capitán del equipo hasta su llegada.
Hasta el propio Yedlin estaba sorprendido. Al llegar hasta donde estaba Messi y la copa, el estadounidense le decía a los dirigentes que se la dieran al rosarino. Tras algunas señas, el capitán del Inter Miami se hizo entender con su compañero y ambos llevaron la Leagues Cup hasta donde estaba el resto del plantel. Incluso, Leo le dio la cinta al defensor.
Una vez allí, ambos sostuvieron juntos y alzaron la copa para desatar la locura rosa en Nashville. Los papelitos comenzaron a caer y los fuegos artificiales estallaron en el primer festejo del Inter Miami.
Luego, se lo vio hablando con Antonela Roccuzzo y posando con sus compañeros de equipo, que todavía no caen que comparten el día a día y ahora también festejos con el mejor del mundo. Ya en el túnel del vestuario, Messi estaba tranquilo porque sabe que volvió a demostrar que es el mejor adentro, pero también fuera de la cancha.