Allegados al ex Jefe de Gabinete de Buenos Aires revelaron que desde hace tiempo se lo veía “presionado”, antes de que estallara el escándalo por su lujoso viaje a la isla española con la modelo Sofía Clerici. En La Cámpora sospechan que Axel Kicillof aprovecha el affaire para “vengarse” del hijo de la vicepresidente Cristina Kirchner, que le impuso a Insaurralde como interventor de su gobierno tras las legislativas del 2021.
En el entorno del diputado nacional y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, aseguran que el hijo de la vicepresidente Cristina Kirchner está furioso con la exposición y escarnio mediático –con ramificaciones judiciales– que terminó con la carrera política de Martín Insaurralde, quien había sido designado como Jefe de Gabinete de Buenos Aires luego de la derrota del oficialismo en las legislativas del 2021.
Insaurralde renunció a la Jefatura de Gabinete y a la candidatura a concejal de Lomas de Zomara, tras conocerse las imágenes y videos que lo muestran de vacaciones con la modelo Sofía Clerici, en un yate de lujo que tiene un costo de alquiler superior a los 1000 Euros diarios en las costas de Marbella. Para Máximo Kirchner y La Cámpora, el entorno del gobernador Axel Kicillof está aprovechando el escándalo para vengarse por la “intervención” de su gobierno.
Este martes, el diario Clarín conversó con personas que frecuentan a Martín Insaurralde desde hace años, quienes hablaron con él este fin de semana fatídico por la difusión de las fotos y el video que lo mostró tomando champagne arriba de un yate anclado en una de las costas más exclusivas del Mediterráneo junto a la modelo de revistas eróticas.
El video sería viejo, de hace varios meses. Hay quienes dicen que fue a fines del año pasado con el último calor fuerte de Marbella, la ciudad más exclusiva de Andalucía, en el sur de la península Ibérica. Otros, en cambio, estipulan la fecha del affaire a principios de julio de este año.
Los que avalan la primera versión, aseguran que Insaurralde habría sido “apercibido” del poder de destrucción de esas imágenes “en medio del divorcio con Jessica Cirio”. Una separación que, según cuentan, le habría costado varios millones dólares y una manutención mensual de 30.000 dólares. Es decir, habría sido extorsionado para que no se difundan las imágenes.
Según trascendió semanas atrás, Cirio le exigía una suma de 50 millones de dólares, que sería la mitad del patrimonio no declarado del intendente de Lomas, en uso de licencia. Habrían acordado el pago de 20 millones de dólares, arreglo que sumado a la viralización de las vacaciones de lujo, derivaron en media docena de denuncias por enriquecimiento ilícito, lavado y evasión contra el ex Jefe de Gabinete bonaerense.
En su última declaración jurada, Insaurralde aseguró tener entre bienes y efectivo, unos $ 6.000.000. Como los números no cierran, ya se presentaron media docena de denuncias por enriquecimiento ilícito, lavado y evasión contra Insaurralde en los tribunales de Comodor Py, Lomas de Zamora y La Plata. Algunas denuncias incluyen a su exesposa Jessica Cirio y a la que sería su pareja, Sofía Clerici.
Los consultados por el diario nacional, que aseguran compartir tristeza por “cómo lo embocaron a Insa”, deslizan que la intempestiva decisión del lomense de no buscar su reelección como intendente ni integrar la lista de diputados o senadores por Buenos Aires, estaría relacionado con el conocimiento previo de esas imágenes con Clerici. De hecho, se especula con que habría habido, inclusive, un intento de extorsión para que no se difundan las imágenes incendiarias para la carrera política de Insaurralde y para la campaña electoral de Unión por la Patria.
“Martín [Insaurralde] se equivocó de profesión. Si te gusta la joda, andar con mujeres despampanantes, ser millonario y gastarte la plata de manera obscena y llena de lujos, no podés dedicarte a la política. Tarde o temprano te la van a poner, la prensa, los servicios, tus enemigos o, sobre todo, los socios de tu propio espacio político”, resumió una de las fuentes del diario nacional sobre el escándalo que podría ser el “cisne negro” de la campaña del oficialismo en Buenos Aires.
En el PJ bonaerense admiten que Insaurralde “siempre se jactó por las minas de la farándula con las que andaba. Desde Dallys Ferreira, pasando por la Cirio y esta chica nueva de ese exclusivo club en el que ‘Tincho’ era socio vitalicio”.
Mientras que, en la Municipalidad de Lomas de Zamora admiten que “todos sabíamos de los lujos de Martín. Cada vez que viajaba al exterior o los millones que se gastaban cuando le organizaba el zumbatón a Jessica Cirio”. O los aviones privados, como el que, sostienen, Insaurralde habría abordado para viajar en su “última escapada de placer a Marbella”.
Hace 14 años que Insaurralde maneja el dinero de los contribuyentes de Lomas de Zamora, el segundo Municipio más habitado de la Provincia de Buenos Aires (detrás de La Matanza), según el último Censo Nacional. Desde entonces, Insaurralde también tiene gente propia en el negocio del juego bonaerense, la caja más obscena de recursos que financian a la política y a los políticos.
Mientras que el ahora vapuleado jefe peronista gastaba y repartía la plata de otros (a su última acompañante, le habría regalado un Rolex 5.000 dólares, también joyas y lencería erótica de marcas exclusivas), Lomas de Zamora siguió siendo uno de los municipios más pobres del Conurbano y con mayor cantidad de delitos.
Todos saben que el socio de Insaurralde en la política es Máximo Kirchner. El líder de La Cámpora nunca pudo congeniar con los jefes comunales del PJ e Insaurralde le resolvió ese problema. Y los alineó a casi todos a la construcción del poder que a Máximo (como a su papá Néstor), le interesa en el distrito electoral más importante del país.
En La Cámpora dicen que Máximo está molesto e insulta a cada rato pero no por cómo lo destruyeron a su socio Insaurralde, sino por las sospechas del “fuego amigo”. Creen que desde el Gobierno provincial habrían utilizado “la desgracia de Martín” como una especie de venganza personal en la verdadera pelea que hay el PJ bonarense: Kicillof vs. Máximo.