Flashes encendidos, espectadores de pie agolpados contra la pantalla, gritos, coros… Se abre el debate de cómo se debe vivir una película en salas.
La película del concierto de Taylor Swift, “The Eras Tour”, recaudó entre 95 y 97 millones de dólares en taquilla en Estados Unidos y Canadá durante su primer fin de semana, convirtiéndose en la película sobre un concierto más taquillera de la historia de los Estados Unidos.
Al mismo tiempo, se estrenó en el resto del mundo, pero lo que más llamó la atención, fue la forma en que los fanáticos se dispusieron a disfrutar del filme.
Alrededor de las redes sociales, rondaron videos de las que aparentemente eran salas de cines repletas de fanáticos, saltando y bailando frente a la gran pantalla. Lo más curioso es que desde las salas de cines, dijeron que estaba permitido y que iban a dejar a los fans “romper” la mayoría de sus políticas para que estos pudieran disfrutar de la experiencia de la forma que más quisieran.
En Posadas, el estreno se vivió de la misma forma, con fanáticas vestidas para la ocasión con outfits inspirados en las “eras” de la cantante e intercambiando brazaletes de la amistad, algo muy característico de los conciertos de Swift, en donde sus fanáticos crean sus propias pulseras y las intercambian antes de el concierto.