En la localidad misionera de Candelaria, el malestar por las fallas del servicio eléctrico se hace sentir cada vez con mayor intensidad.
Daniel Luna, comerciante local, dialogó con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 y describió un panorama crítico: “El servicio de energía nos soluciona la vida a todos y nos afecta a todos cuando se corta. No solo a los comerciantes, sino a toda la población. En Candelaria, venimos hace muchos años con el mal servicio de EMSA”.
Luna relató que el problema no es nuevo, pero que en los últimos días se agravó. “El verano, mira, nosotros en realidad todo el año sufrimos cortes, interrupciones del servicio de energía, permanentemente, sin causas. Hay veces que el tiempo está bien y se corta 3, 4, 5 veces en una mañana, sin ningún tipo de aviso”, explicó.
Además, señaló que incluso un simple cambio en las condiciones climáticas puede causar estragos. “Si hay un mini temporal, ya es normal que se corte el servicio. Entonces ya lo vivimos así, permanentemente”.
Cortes impredecibles y pérdidas económicas
El impacto de estas fallas es devastador, especialmente para los comerciantes. “Últimamente, hace unos cuatro días, aparentemente tuvieron problemas más graves y tuvimos cortes, interrupciones permanentes durante todo el día por muchas horas. Cuando regresaba el servicio, regresaban a una fase sí, en otra fase no. Se cortaba el servicio, cambiaban de fase, bajaba la tensión, subía la tensión. Las luces de las calles prendían y apagaban como si fueran arbolitos de Navidad”, describió Luna.
El comerciante detalla que las pérdidas son considerables. “Hay una cantidad de comerciantes, sobre todo los comerciantes más pequeños, quioscos, autoservicios, que pierden mercadería en freezer porque no tienen un equipo de emergencia o un generador de energía. Las heladerías, la gente que vende carnes, pollos, quesos, mantecas, yogures, pierden todo”.
Pero no solo los comerciantes sufren las consecuencias. En las casas, los cortes generan incomodidades diarias. “Los electrodomésticos como los aires acondicionados, por ejemplo, están enchufados con el sonidito de la baja tensión, rogando que los desenchufen porque si no se queman. Y así con todos los artefactos”, dijo Luna.
“Estábamos incomunicados”: fallas en otros servicios esenciales
Las consecuencias del colapso energético no se limitan a la electricidad. “Nosotros tenemos una empresa proveedora de internet, y nos afectó mucho en el servicio porque las UPS no daban abasto por la cantidad de cortes. El servicio de telefonía celular también se cortaba permanentemente porque los servicios de reserva de energía en baterías tampoco dan abasto. Estábamos incomunicados en la telefonía celular y en internet, tanto de otras empresas como de la nuestra”, explicó Luna, dejando en evidencia cómo la crisis afecta otros servicios básicos.
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La falta de inversión y el silencio de EMSA
Luna también destacó la falta de mantenimiento e inversión por parte de EMSA como uno de los factores clave detrás de esta problemática. “El problema viene de hace muchos años. No es una cuestión de que nosotros le podamos culpar a un momento del año, a un momento de pico de consumo o a una tormenta exagerada. Esto viene desde hace muchísimos años. Cada vez peor. Va en aumento siempre la cantidad de cortes y la cantidad de perjuicios que le provoca a la gente. Y evidentemente no hay la inversión suficiente”.
Además, criticó la falta de comunicación por parte de la empresa. “No hay comunicados que le digan a la gente: mire, tuvimos un problema grave, vamos a estar dos días así hasta que encontremos la solución. Nada. Si uno tiene algún tipo de información puede tomar decisiones, pero no hay ningún tipo de respuesta por parte de la empresa, ni siquiera en redes sociales, nada”.
“Somos muy pacíficos y esperamos soluciones”
A pesar del malestar generalizado, Luna comentó que no hay acciones colectivas organizadas por parte de la comunidad. “Nosotros, en Candelaria, somos muy pacíficos y siempre esperamos a que las soluciones lleguen. Hay quejas y malestar flotando, pero no hay algo organizado”, admite.
Sin embargo, el comerciante destacó la gravedad de la situación vivida en los últimos días: “Desde jueves, viernes, sábado, domingo y lunes tuvimos cortes de muchísimas horas. Te vuelvo a repetir, cortaban no sé, cuatro o cinco barrios, el resto tenía luz durante tres horas, después se cambiaban los barrios, después una fase tenía luz, las otras dos fases no tenían luz. Así, todo el tiempo, todo el tiempo”.
“No se puede seguir viviendo así, con este nivel de incertidumbre. Necesitamos soluciones de fondo y, sobre todo, que EMSA escuche y actúe”, completó.