En diálogo con Radio Up 95.5 durante el ciclo “Realidad Mixta”, el abogado Ramón Grinhauz, defensor de los policías y miembros del Servicio Penitenciario Provincial involucrados en la protesta policial y de diferentes sectores que sacudió a Misiones en mayo pasado, ofreció un detallado panorama sobre el estado actual del proceso judicial.
Grinhauz, quien también se desempeñó como juez, asumió la defensa de los principales referentes del movimiento, incluyendo a Ramón Amarilla y Germán Palavecino.
En esta línea, Grinhauz explicó que, hasta el momento, “se terminaron de tomar las declaraciones de los imputados”, un paso crucial en el proceso. “Este es el paso previo para continuar con la investigación”, señaló.
Según el abogado, la estrategia defensiva está enfocada en analizar exhaustivamente las pruebas que han surgido a lo largo del tiempo. “No toda la imputación les corresponde a todos por igual. No todos tuvieron un rol semejante en estos hechos”, afirmó, destacando la importancia de discernir las responsabilidades individuales de cada uno de los acusados.
En relación a las imputaciones, Grinhauz detalló que “hay dos imputaciones principales: por un lado, los delitos de sedición y desobediencia judicial”. Sin embargo, subrayó que en esta etapa del proceso no se ha tipificado legalmente la conducta de los imputados, sino que se están evaluando los hechos. “Los hechos pueden o no ser tipificados como algún delito”, puntualizó.
Uno de los aspectos más controvertidos del caso es la participación de miles de personas en la protesta, algo que Grinhauz considera relevante para la defensa. “No son solamente 19 personas las que están indagadas. Tenemos que tener en cuenta que los hechos fueron producidos por más personas; también había más de 10.000 personas”, argumentó.
Esta gran afluencia de personas complica la imputación, especialmente cuando algunos de los imputados eran meros voceros de la manifestación. “Ser voceros de una manifestación no significa que estés cometiendo algún delito”, recalcó.
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Grinhauz fue claro al subrayar que la participación de los voceros ayudó a mantener la calma durante la protesta. “Gracias a Dios no ha ocurrido ningún tipo de desmán ni personal ni contra los bienes de nadie”, aseguró, elogiando el accionar de sus clientes por controlar los ánimos en un contexto que fácilmente podría haber degenerado en violencia.
Respecto a las acusaciones más graves, como el uso de armas de fuego y el presunto robo de vehículos, Grinhauz fue categórico: “Vamos a demostrar que eso no ocurrió. Los vehículos estaban ahí, no hubo utilización de armas de fuego”. En su análisis, la clave para la defensa radica en precisar “el lugar, tiempo y modo” de los hechos para que la defensa pueda argumentar con solidez.
Finalmente, Grinhauz enfatizó la necesidad de que sus clientes mantengan una postura cautelosa. “Recomendamos en principio abstenerse porque no sabíamos cuál iba a ser la imputación”, explicó. Ahora que la defensa tiene acceso al expediente y a las pruebas, el abogado anticipó que solicitarán “una ampliación indagatoria para explicar los hechos imputados”.
El caso, que ya cuenta con un voluminoso expediente de cuatro cuerpos, está lejos de resolverse rápidamente. Grinhauz advirtió que el proceso «va a ser largo», pero aseguró que la defensa colaborará «como corresponde» con la justicia para esclarecer los hechos y proteger los derechos de sus clientes. «Vamos a focalizar todo en el acto de la indagatoria, que es el acto de defensa por excelencia», concluyó.