Todos los años, en los meses de agosto y septiembre previos a la estudiantina, el paisaje en la ciudad de Posadas es el mismo, estudiantes y padres del secundario haciendo filas para comprar lentejuelas, canutillos, plumas, parches para instrumentos o instrumentos musicales. Mucho movimiento de una fiesta de adolescentes que beneficia a los comerciantes y a los adultos posadeños.
Muchas cosas se dicen siempre de la estudiantina, cosas buenas y no tan buenas, pero que es una fiesta que genera movimiento comercial es real, con la llegada de familiares que acompañan a los estudiantes en las noches de desfiles, o padres que tienen que comprar instrumentos, lentejuelas y plumas.
Celio, es el encargado de Rincón Musical, una de las históricas casas que vende instrumentos musicales en Posadas, en diálogo con el programa “El País de la Libertad” expresó “como todos los años, en los primeros meses del año, los estudiantes y sus familias se acercan a consultar los precios y en algunos casos ya compran el instrumento para no hacer todo el gasto en los mismos meses, pero el movimiento es constante”.
Agregó también “nosotros traemos los instrumentos y los parches (para redoblantes, tones, u otros elementos de percusión) de Buenos Aires y las ventas se mantienen, no obstante, son muchas las personas que consultan los precios, reservan el instrumento y luego vienen a comprar”.
En relación a los precios de los instrumentos, Celio explicó “con el contexto económico, es difícil mantener los precios, pero intentamos mantener los precios del año pasado, incluso hay algunos instrumentos que están más baratos que otros años” sostuvo y agregó “la venta viene bien, pero sabemos que en las próximas semanas se incrementará el pedido de parches y repuestos para los instrumentos”.
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“Existe un ritual de llegar a la semana previa al desfile con el traje medio bordado”
Norma Blanco, es la responsable de accesorios de la librería 6 de Junio y en diálogo con el programa “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 explicó que “es todo un folklore el armado de trajes, hay diferentes rituales entre los alumnos”.
En tono jocoso explicó que año a año ocurre lo mismo, los primeros meses del año se acercan los diseñadores de trajes a consultar, con los directores para saber cuáles serán los colores de la temporada y más tarde los alumnos “es muy lindo lo que ocurre, porque sentimos que tienen mucho peso nuestras recomendaciones cuando están creando los trajes, y después vemos materializado lo que pensamos juntos”.
“Las caritas de los alumnos que vienen a comprar lentejuelas, canutillos, plumas u otros accesorios es algo hermoso, se puede observar cómo disfrutan de la fiesta de los estudiantes, cómo aprender a bordar o aprenden sobre combinaciones de colores y de texturas”.
Al ser consultados sobre los precios de los materiales para bordar los trajes, Blanco explicó que “no hubo aumentos significativos, hay algunos materiales que son más caros que otros, pero se consiguen bolsitas de lentejuelas desde $400, son más o menos los mismos precios que el año pasado”.
Por último explicó que si bien se pueden traer elementos de Brasil o de Paraguay para bordar los trajes, ellos se proveen de materiales desde Buenos Aires “podemos traer productos nuevos e innovadores desde Brasil o Paraguay, pero eso hay que importarlo y todos conocemos la trabas que existen y cómo ese proceso termina haciendo que se encarezcan los productos, por lo tanto seguimos trayendo las cosas de Buenos Aires”.