Los incidentes que involucraron la muerte de dos caballos el último fin de semana tras la realización de la Copa Challenger de Turf en el hipódromo de Posadas sacaron a relucir la grave crisis institucional, con denuncias de irregularidades en la administración y manejo financiero que atraviesa el Jockey Club de Posadas.
José María Ocampo, criador de caballos y vecino del hipódromo, expresó su profunda preocupación sobre la actual situación del club, destacando la existencia de una gestión que, según él, está plagada de irregularidades y busca apropiarse de la organización.
“Es un desastre total”, afirmó Ocampo al ser consultado por “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 sobre la situación del Jockey Club. En este sentido, explicó que los problemas comenzaron a raíz de una intervención realizada hace algún tiempo, tras la cual se dejó una comisión directiva que, según él, no estuvo a la altura de las circunstancias. “Esta gente se ve que le gustó la institución y básicamente se la quiere apropiar”, declaró Ocampo, criticando la falta de transparencia en la gestión actual.
Uno de los puntos más controversiales hasta el momento es la manipulación del padrón de socios para controlar la entidad. Ocampo denunció la existencia de “padrón trucho que no corresponde a los asociados”, lo que ha generado una impugnación formal de la reciente Asamblea de socios. Aunque Ocampo aclaró que no es socio activo del club, subrayó que esta práctica es parte de una estrategia para perpetuar a la actual administración.
“El Jockey Club no es un club al que uno va y se asocia. Es un club al que te refieren para asociarte”, explicó, detallando que los nuevos socios deben ser propuestos y aceptados en una Asamblea, proceso que no se habría cumplido en los últimos años.
Ocampo también se refirió al manejo financiero del club, el cual genera importantes sumas de dinero a través de las carreras de caballos, las apuestas y el alquiler de las instalaciones. “El club mueve mucha plata, pero al club mismo no le queda nada”, señaló, refiriéndose a que las ganancias obtenidas por el uso del hipódromo no se reflejan en mejoras para la institución.
La situación se agrava por la falta de control sobre el dinero que circula en el club. “La mayoría, te diría, en negro”, aseguró Ocampo, quien además cuestionó la falta de supervisión por parte de las autoridades del club. “¿Quién controla eso? ¿Quién está a cargo?”, se preguntó, poniendo en evidencia la necesidad de una mayor fiscalización en las actividades del Jockey Club.
Leé más: Fuerte acusación sobre las apuestas ilegales y la muerte de equinos en el Hipódromo
El deterioro de una institución familiar
El Jockey Club, históricamente considerado una institución de prestigio en Argentina, vio cómo su imagen se ha deteriorado en los últimos años. Ocampo lamentó que el club haya sido reducido a un espacio para carreras de caballos “cuadreras”, que se organizan en cualquier lugar del interior del país. “El Jockey Club es mucho más que eso”, afirmó. “Es un club de elite, como el Club de Golf, y acá lo alquilan para carreras de caballos, lo que es un beneficio propio porque al club no le queda nada”, agregó.
Este desvío de las actividades tradicionales del club también ha provocado la salida de socios históricos, como el propio padre de Ocampo. “Él era fanático de los caballos y se fue abriendo por el mal manejo del club”, explicó. Este éxodo de socios tradicionales ha dejado a la institución en manos de una administración que, según Ocampo, no cumple con los requisitos establecidos para liderarla.
Por último, Ocampo expresó su esperanza de que “tomen las medidas necesarias para poner en condiciones al club”, instando a que sea administrado por “gente capacitada, responsable y que realmente quiera el bien del club, no el bien propio”.