Los trabajadores acusan al sindicato de aceptar una propuesta salarial por debajo de lo solicitado y señalan la falta de movilización como un factor clave en la negociación.
La tensión se palpaba en la Municipalidad de Posadas mientras los delegados del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEMP) reanudaban las negociaciones salariales ayer a última hora. Sin embargo, el malestar entre los empleados municipales crecía a medida que circulaban rumores de que el sindicato podría aceptar una oferta salarial considerablemente inferior a lo solicitado.
En este sentido, Nancy Ramírez, empleada municipal y afiliada al SOEMP, dialogó con radio Up 95.5 durante el ciclo “El País de la Libertad”, donde expresó la indignación que prevalece entre sus compañeros.
“El humor, por lo que estuve escuchando esta mañana, es de indignación, no solamente con la comisión directiva del sindicato, sino también con los delegados”, declaró Ramírez. La propuesta del Ejecutivo municipal, que ofreció un aumento de 90.000 pesos, fue considerada una burla por muchos trabajadores.
“Una propuesta de 90.000 pesos ni siquiera la tienen que escuchar. Se tienen que levantar e irse y planificar una lucha, y si eso tiene que llegar al paro, que llegue al paro”, insistió Ramírez.
Según Ramírez, los delegados habían pedido originalmente 200.000 pesos, una cifra que ya era vista como un mínimo para iniciar las negociaciones. “Nos están cargando. Clarito acá en el sector donde yo trabajo, nuestra delegada firmó la línea de 300.000 o 400.000 para también dar margen para negociar”, explicó. Pero la aparente falta de firmeza de los dirigentes sindicales ha generado descontento. “Estos de la Comisión Directiva parecen más flexibles que los anteriores”, señaló.
Ramírez también destacó la falta de movilización entre los empleados municipales como un factor que ha debilitado su posición en la negociación. “El empleado municipal está muy quedado, está dormido, está demasiado cómodo”, lamentó.
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La noche anterior, Ramírez y otros compañeros intentaron convocar a una manifestación frente al sindicato, pero la respuesta fue decepcionante. “Estuvimos tres personas anoche frente al sindicato municipal convocando a los compañeros que vengan, pero todos prefirieron quedarse en su casa”, relató.
Además de los salarios, Ramírez mencionó otros problemas que afectan a los empleados municipales, como la falta de funcionamiento de la obra social y la desunión entre los trabajadores. “Tenemos problemas de sueldo, no nos funciona la obra social, el sindicato ni hablar, pero también hay un montón de desunión entre los empleados municipales”, dijo, atribuyendo esta situación a los “favores recibidos” que crean lealtades divididas.
Sobre la posibilidad de que el acuerdo salarial ya esté cerrado antes de la reunión final, Ramírez no tuvo dudas. “Hay sospecha de que esto ya se va a definir, que ya se va a cerrar, o probablemente no se cierra, pero esto se definió anoche. Lo de hoy va a ser una puesta en escena”, afirmó.
Este clima de descontento y sospechas empaña las negociaciones salariales en la Municipalidad de Posadas, donde los empleados municipales sienten que sus intereses no están siendo defendidos con la firmeza necesaria. Ramírez resumió el sentimiento general al afirmar: «Nos están vendiendo gato por liebre, y no seamos tontos, hay que negociar en serio».