Las personas discapacitadas la mayoría de las veces se topan con obstáculos y prejuicios por parte de las instituciones e incluso con parte de la sociedad que le impiden poder ejercer plenamente de sus derechos, como la educación, la salud, el trabajo o la práctica deportiva.
En ese sentido el programa Cabina Deportiva que se emite por la FM 99.5 Radio Up, charló con el profesor Edgar Fried, quien se propuso desde hace varios años avanzar en su universalización sobre bases igualitarias e inclusivas.
Edgar o más conocido como Polaco es, profesor de tenis, profesor de educación física especializado en discapacidad, coach internacional de la Asociación Argentina de Tenis, todo un experto en el tema.
El profe enseña tenis convencional a personas de todas las edades, pero su fuerte es la enseñanza a personas con discapacidad, especialmente a ciegos y chicos con síndrome de Down, a quienes no sólo enseña, sino de quienes sobre todo aprende y arrancó la entrevista diciendo “los chicos hoy en día son discapacitados y hay distintos tipos de discapacidad y yo trabajo con tanto hemipléjiicos, parapléjiicos, chicos en silla rueda, ciegos, muchos con síndrome de y cada vez hay más”.
También contó la hitoria de porque comenzó a trabajar con estos chicos: “Fue en un partido, en una final de tenis, estaban jugando unos amigos y uno tenía un hijo chico que tenía, que era cuadripléjico, y bueno, me acerqué a el y la gente me empezó a mirar mal, raro, porque es muy difícil tratar a los chicos. Fue ahí cuando, me especialicé, Dios quiso que siga este camino y bueno, cada vez me metí más, fui a Europa, me fui a Alemania, busqué todo lo que sea, algunos libros o algo, lo único que encontré eran libros de la Segunda Guerra Mundial, de todos los amputados, pero no había chicos como hoy aquí tenemos nosotros en la Argentina«.
Y en relación a eso dijo “aquí en Misiones, por los agrotóxicos, muchos chicos nacen con problemas de discapacidad, en mi viaje a Alemania lo encontré a Jorge, al que conocí cuando estaba estudiando, el tenía seis años y lo sacamos del medio del campo, los padres lo tenían encerrado como un perro adentro de una caja de manzanas, con cadenas, él solamente hablaba alemán y como yo hablaba alemán, dialogamos y los trajimos y bueno, yo sé que ahora, hace rato no lo veo y sé que él está viviendo en Villa Cabello, también tiene una pareja que también es ciega. Y así empecé a especializarme, a viajar también, a meterme un poco más en profundidad lo que es el chico con discapacidad».
Ante las preguntas de los conductores Cristian y Ramón el profesioanl siguió explicando: “Cuando yo empecé a trabajar con estos chicos muchos me decían que yo estaba loco, que cómo iba a trabajar con discapacitados. Son pocos los profesores que aguantan trabajar con ellos. No es fácil. Yo tuve que aprender muchas cosas, incluso a poner inyecciones, porque además de profesor, tenés que hacer de psicólogo, de amigo, de compañero, de enfermero, etcétera. Pero sobre todo de psicólogo. Hay padres que traen a sus chicos y me dicen que son autistas, yo después de un par de clases les digo que no son autistas y se enojan. Porque el autista no se integra, y los chicos que vienen acá se integran. Lo mismo con el TDH».
Y añadió “una vez que se adaptan se sienten mejor, se integran y se relacionan. La mayoría de la gente que viene a practicar tenis es gente que conozco de las charlas en los colegios o en la calle. Yo les dejo mi tarjeta y después se muestran interesados y quieren empezar a practicar. Trabajo con grupos reducidos porque hay que hacer trabajos personalizados, de adaptación, y hay que dedicarle su tiempo a cada faceta del entrenamiento».
En la extensa entrevista también detalló que: “Busco que el chico discapacitado que viene a practicar tenis primero que nada venga a divertirse. Eso es lo principal. No hay que apuntar a lo competitivo, como sucede en el tenis convencional, donde todos persiguen el dinero. El discapacitado no persigue ese objetivo. Disfruta el hecho de saber que está haciendo algo nuevo, algo que nunca hizo, como trotar, pegarle a la pelotita. Además está el hecho de sociabilizar, porque la persona con discapacidad por lo general se maneja en un grupo muy reducido de gente, y cuando puede compartir con un par muestra una emoción realmente envidiable».
Para finalizar el Polaco invitó “a todos les digo que vengan y prueben. Es gratuito. No se pierde nada. Siento mucha vocación por lo que hago y quiero dejar un legado de que los chicos discapacitados pueden hacer las mismas cosas que nosotros. Es más, vos y yo también somos discapacitados, porque no somos capaces de hacer cosas que ellos sí».