En diálogo con Radio Up 95.5, Andrea Acosta, vecina del sector 7 del barrio Itaembé Guazú de Posadas, relató la difícil situación que enfrentan los residentes de la zona debido al drástico aumento en las facturas del servicio de agua. “Algunos vecinos están recibiendo boletas de $7.000, mientras que otros deben afrontar deudas de hasta $150.000. Si optás por financiar, esa cifra puede llegar hasta $3.000.000, lo cual es insostenible”, comentó.
Acosta señaló que el costo del agua no solo es elevado, sino que los intereses aplicados en los planes de pago agravan aún más la problemática. “Ellos te financian, pero el financiamiento te obliga a pagar en cuotas de 40 o 50 mil pesos, además del consumo mensual. Es imposible sostener esto para muchas familias”.
La vecina también destacó que las personas con bajos recursos, incluidos aquellos que dependen de pensiones por discapacidad, enfrentan serias dificultades para cumplir con estos pagos. “El agua es vital, y constitucionalmente, nadie debería quedarse sin ella. Sin embargo, he conocido casos donde los dejaron sin servicio por no poder pagar”, dijo.
En este contexto, la vecina relató que ella misma fue víctima de un corte de agua. “Me dejaron sin agua en casa, incluso se llevaron el medidor. Tuve que redactar una nota, presentarla en la empresa y reclamar mis derechos. La atención es pésima; te dicen que simplemente tenés que pagar”. Tras una ardua lucha, logró que reconectaran el servicio, aunque las deudas persisten: “Una factura de $100.000 termina convirtiéndose en millones cuando aplican los intereses”.
Acosta mencionó que otros vecinos de Itaembé Guazú también sufrieron irregularidades, como la entrega de viviendas con caños rotos o errores en la medición de los consumos, que disparan las facturaciones sin explicación lógica. “He documentado con fotos cómo el medidor salta inexplicablemente de 9 a 29 milímetros de un día para el otro”, agregó.
Un llamado a la regulación
Andrea, junto con un grupo de vecinos, está buscando asesoramiento legal para enfrentar esta problemática. Sin embargo, la principal demanda es hacia las autoridades y la empresa prestadora para que regularicen los costos. “Es fundamental que el servicio sea accesible. No podemos vivir con el estrés de tener que elegir entre pagar el agua o alimentar a nuestras familias”, concluyó.