El papa León XIV ofreció la mediación de la Santa Sede para facilitar el diálogo entre líderes mundiales y poner fin a los conflictos armados que afectan a diversas regiones. Durante una audiencia con representantes de las Iglesias Orientales, el pontífice afirmó que la guerra nunca es inevitable y que las armas solo agravan los problemas. Instó a los países en conflicto a sentarse a negociar y buscar la reconciliación, subrayando que “el pueblo quiere la paz”.
Desde el aula Pablo VI del Vaticano, León XIV destacó el compromiso de la Iglesia para promover la paz y la dignidad humana. Reafirmó la disponibilidad del Vaticano como un espacio neutral donde los enemigos puedan encontrarse y mirarse “a los ojos”, con el fin de devolver la esperanza a las personas afectadas por la violencia. El papa, de nacionalidad estadounidense, aseguró que hará “todos los esfuerzos necesarios para que la paz prevalezca”.
El llamado del pontífice llega en un contexto de conflictos prolongados, como la guerra en Ucrania, las tensiones en Oriente Medio y recientes enfrentamientos en la Franja de Gaza. León XIV rechazó las narrativas que dividen al mundo entre buenos y malos, y exhortó a reconocer a todos como seres humanos con quienes dialogar, no como enemigos a odiar. “Quien siembra la paz pasará a la historia, no quien cosecha víctimas”, afirmó.
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Además, el papa dirigió un mensaje especial a los cristianos de Oriente Medio, instándolos a permanecer en sus tierras a pesar de la guerra, la persecución y la marginación. Reclamó que se les otorguen los derechos necesarios para una vida segura y digna. Recordó que las Iglesias orientales han sufrido los horrores de la guerra en regiones como Tierra Santa, Ucrania, Líbano, Siria, Tigray y el Cáucaso, y calificó de indignante la pérdida de vidas jóvenes en conflictos armados.
León XIV cerró su discurso con un llamado a la oración, al perdón y a la reconciliación. Instó a dejar atrás el odio y a tener la valentía de “pasar página y empezar de nuevo” para construir una paz verdadera y duradera. Su mensaje coincide con la próxima reunión en Turquía entre representantes de Rusia y Ucrania, que podría marcar un punto de inflexión en el conflicto iniciado en 2022.