Lo confirmó la rectora Alicia Bohren, quien reveló que en 2023, los comedores universitarios insumían el 40% del presupuesto y se espera que el porcentaje se duplique en el 2024. La universidad pública de Misiones se declaró en emergencia por el congelamiento presupuestario y la elevada inflación.
“Ante la situación económica que afecta al país y la falta de aprobación del presupuesto del 2024, habiéndose reiterado los montos correspondientes al 2023, la Universidad Nacional de Misiones declaró la emergencia presupuestaria en el marco de la primera sesión extraordinaria del Consejo Superior. El objetivo es analizar las necesidades y la planificación de los recursos económicos disponibles para el sostenimiento de la educación pública”, sostiene el departamento de prensa de la universidad pública de Misiones, en un comunicado dado a conocer este miércoles.
En diálogo con Radio Up 95.5, la rectora de la casa de altos estudios, Alicia Bohren, confirmó que en el presente año deberán realizar numerosos recortes en diversas áreas, porque están operando con los montos definidos en el Presupuesto 2023 –prorrogado por el Ejecutivo Nacional–, en un contexto de altísima inflación, que estiman rondará el 247%, es decir, que los incrementos operativos de la universidad casi se triplicarán en el 2024.
“Nosotros estamos funcionando con la prórroga del presupuesto 2023 y exactamente la misma cuota de gastos de funcionamiento estamos disponiendo este año. En tanto que el tema de inciso 1, que son los salarios docentes y no docentes, todos los aumentos que vienen por política de acuerdo de paritarias, vienen por fuera del presupuesto”, comentó Bohren, en diálogo con este medio.
En esta línea, la rectora puso de relieve el importante incremento en todos los costos operativos de la UNAM, de los cuales, no es menor el que tiene que ver con el funcionamiento de los comedores universitarios. “La situación es esta, o sea que viendo hoy el aumento de las tarifas de gas, luz, teléfonos, agua, energía e insumos de todo tipo, alimentos, etcétera, la previsión para este año es de una inflación del 247%. Así lo estipulan algunos economistas, puede ser más, puede ser menos, pero esa es un poco la previsión”, puntualizó la rectora.
“Recabando toda la información de todas las dependencias de las unidades académicas, porque los comedores universitarios son gestionados por las unidades académicas, hicimos un análisis de cuánto se invirtió el año pasado en los comedores. Y esto representa el 40% del presupuesto de la Universidad Nacional de Misiones. Si nosotros multiplicamos por el 200% (de inflación), el (costo operativo de los comedores) se va de 40 a 80%. Nos queda solamente un 20% para todas las otras actividades”, manifestó Bohren, en tono de preocupación.
Más allá de los servicios de alimentación de los estudiantes de la universidad pública, Bohren aclaró que, además, están los gastos en limpieza y seguridad, entre otros. “Todos los costos se han duplicado. Y bueno, nosotros hicimos un pedido al subsecretario de educación, para que nos provean un aumento del 300% del presupuesto. Así estaríamos aproximadamente pudiendo atender la mayoría de las situaciones”.
Esta cruda realidad económica motivó la declaración de la emergencia presupuestaria, que, de acuerdo con Bohren, posee “varias connotaciones. Una de ellas es que nosotros decidimos, por unanimidad en el Consejo Superior, priorizar el desarrollo de la educación pública. El normal desarrollo del proceso de enseñanza – aprendizaje de las carreras de pregrado y grado de la universidad. Y para que eso suceda tenemos que tener conectividad, electricidad, limpieza y agua, como mínimo, como para brindar ese servicio. Y después vendrían las otras funciones”, explicó la rectora sobre las prioridades de la UNAM.
No obstante, la rectora aseguró que no desprotegerán a los estudiantes, muchos de los cuales también están en jaque por la crisis económica. “Sabemos que la universidad no existe si no tenemos alumnos. Entonces muchos de nuestros alumnos vienen de familias de escasos recursos, de familias numerosas, por lo que el comedor es una cuestión muy importante. Y bueno, estamos trabajando para analizar y priorizar también gastos, o sea, esta es la otra connotación”, añadió Bohren, sobre la necesidad de garantizar alimentos para los universitarios misioneros.
Un ejemplo de cómo recortarían gastos en la UNAM en 2024, tiene que ver con la frecuencia de la limpieza de los establecimientos, de acuerdo con la rectora. “Si nosotros tenemos, un servicio de limpieza que limpia de lunes a viernes todos los días, y bueno, va a limpiar tres veces por semana, dos veces por semana. No sé, hay un montón de cosas que nosotros podemos ir ajustando” aunque, “la universidad es austera. Nosotros no tenemos donde ajustar”, aclaró Bohren.
“Podemos reducir el costo de la energía eléctrica, digamos, estableciendo un protocolo donde los aires (acondicionados) se prendan recién a partir de las 10 de la mañana, y cosas por el estilo. Pero no hay mucho de dónde ajustar. Y ese ajuste, ese achicamiento, tiene que ver primero para compensar el aumento de los costos, para garantizar la educación y también para atender esencialmente las políticas de inclusión”, enfatizó la rectora.
En esta línea, Bohren subrayó que la UNAM está “gestionando también recursos propios, para ver cómo atendemos y cada unidad académica tiene una estructura diferente. Hay un promedio de 40% (de inversión en comedores) pero hay facultades que estuvieron por debajo y otros por arriba del 50% en los costos del comedor”, reveló.
Consultada sobre si hay antecedentes de una crisis presupuestaria de este tenor en el pasado, Bohren comparó la presente situación con la que vivió la UNAM en los años en los que el ingeniero Miguel López era Decano de la Facultad de Ciencias Forestales. “Yo era secretaria académica en forestales, el ingeniero López era el decano, y me acuerdo que estábamos en crisis total, ahí nos pagábamos la luz, el agua, el teléfono”, detalló la rectora, sobre el periodo que sería en los años 2001 – 2002. Vale recordar que López fue decano de esa facultad entre 1998 y 2006.
“Muchas veces ya vivimos esa situación, pero bueno, no queremos que el ajuste (recaiga en) nuestros estudiantes. Así que nosotros estamos trabajando fuertemente para conseguir recursos, atender. Y de esta manera también, porque ya tuve una audiencia con el Subsecretario, el licenciado Alejandro Álvarez, y entre todas las cuestiones, le pregunté sobre el presupuesto, me dijo que el fin había pedido, junto con todos los rectores y rectoras (del país), un 300% de aumento y que se está evaluando. Él cree que hasta marzo, probablemente no tenga novedades”, completó la rectora de la UNAM.
En la universidad, docentes, no docentes, administrativos y estudiantes son “una comunidad y si nosotros reducimos los viáticos, reducimos las salidas de los docentes, todos caen en el sistema. O sea, todos se ajustan un poco para garantizar la educación pública. Ahora estamos viendo cómo hacer estos ajustes”, graficó Bohren, revelando que el Consejo Superior “delegó a la rectora y a los decanos, directores de escuela”, la facultad “para hacer un análisis de dónde vamos a ajustar y vamos a informar al Consejo Superior”.
No obstante, según la rectora también están “gestionando recursos para ver cómo podemos ir solventando”.
En un punto importante de la entrevista, Bohren reveló que el subsecretario de educación le confirmó la continuidad de becas progresar Manuel Belgrano. “Justamente ahora y hasta el 8 de marzo está abierta la inscripción para los estudiantes. Es importante que se escriban para acceder a las becas estudiantiles Progresar”, insistió la rectora, informando que ya hay 8.500 preinscriptos a carreras de la UNAM en el presente año.
“Siempre agradezco que eligen a la Universidad Nacional de Misiones como su casa de estudios, como su casa para cumplir sus sueños, su futuro. Y bueno, nuestra parte está en trabajar en este contexto. Lo hemos vivido en varias oportunidades y vivimos situaciones muy difíciles”, reiteró Bohren. Por último, la rectora destacó el diálogo que existe con autoridades. Sin embargo, Bohren se lamentó de que “no se haya aprobado el presupuesto (2024)”. Pero “son las decisiones que toma nuestro actual presidente. Podemos estar de acuerdo o no, pero bueno, nosotros no tenemos los recursos, así que como toda familia cuando tenés equis dinero y no podés gastar más de lo que tenés. Esto es entonces la priorización y atención especial de los jóvenes, creo que es el tema que nos importa por sobre todo”, concluyó.