El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer este viernes el índice de inflación de marzo de 2024, el tercer mes del año siendo del 11%, marcando una leve desaceleración en comparación con los meses anteriores. Este dato se alinea con las expectativas de las consultoras privadas, que anticipaban un índice de inflación que oscilaría entre el 10% y el 13% para el mes de marzo.
A pesar de la persistente presión económica, este nuevo índice sugiere una tendencia hacia la estabilización de los precios, aunque aún se mantiene en dos dígitos. El ministro de Economía, Luis Caputo, había indicado previamente que la inflación de marzo podría rondar el 10%, lo que ya señalaba una posible desaceleración.
El inicio del año escolar generó un notable aumento en los precios del material educativo y las cuotas de los colegios privados, aprovechando las libertades otorgadas por el decreto 70/2023. Como resultado, el rubro educativo experimentó un incremento del 52,7%. Además, las actualizaciones en las tarifas de servicios básicos y alquileres contribuyeron a un aumento del 13,3% en el rubro de vivienda.
En el ámbito de la salud, los ajustes en los costos de los servicios de medicina prepaga y el incremento en el precio de los medicamentos llevaron a un aumento del 12,2% en el rubro de salud. Ante las preocupaciones sobre posibles prácticas cartelizadoras en la medicina privada, el Gobierno inició una investigación, aunque no se reportaron avances significativos hasta la fecha.
Por otro lado, los alimentos mostraron una moderación en sus aumentos, registrando una variación del 10,5% en marzo. Desde enero, los precios de los alimentos aumentaron un 48,9%, y en comparación con marzo de 2023, el aumento es del 308,3%. La indumentaria también experimentó un aumento del 10,9% el mes pasado, aunque se observó una desaceleración en comparación con meses anteriores, debido a una mayor competencia por importaciones.
Un indicador clave es la inflación núcleo, que excluye factores estacionales, y que en marzo se situó en el 9,4%, manteniéndose en cifras de un solo dígito. Este dato será crucial para las futuras decisiones de política monetaria del Banco Central, que ya anticipó un nuevo recorte en las tasas de interés.
En cuanto a las proyecciones, el ministro de Economía, Luis Caputo, había previsto una inflación en marzo del orden del 10%, mientras que los analistas consultados por el REM del Banco Central la habían estimado en un 12,5%.
El Gobierno expresó su preocupación por las políticas de fijación de precios de las empresas alimenticias y los supermercados, criticando las promociones basadas en la cantidad de productos en lugar del precio. Además, se señaló que los empresarios establecieron precios anticipando una devaluación del dólar que finalmente no se materializó, lo que generó resistencia a ajustar los precios acorde a la nueva realidad.
Como respuesta a esta situación, se anunció una apertura en las importaciones, aunque los productos importados aún no llegaron a los estantes debido a demoras en los procesos de importación.