Mientras algunos dirigentes se mostraron a favor de la controvertida iniciativa del candidato presidencial de La Libertad Avanza, un análisis de la plataforma de gobierno que presentó en julio, muestra que, en un futuro, lo que se busca es la privatización de los centros educativos del país.
Una de las propuestas que impulsa el candidato presidencial Javier Milei para la educación en Argentina, es la implementación de vouchers educativos, lo que conlleva aplicar una lógica de mercado en el sistema educativo, a partir de la cual la educación es vista como un bien y se busca financiar la demanda (los alumnos) en lugar de la oferta (las escuelas).
Bajo esta premisa, los estudiantes recibirían dinero destinado a la educación que el Estado racauda a través de los impuestos. El presupuesto total se divide entre los niños en edad escolar, determinando así el valor de cada cheque escolar. Las familias reciben estos vouchers con el objetivo de decidir cuál es la mejor institución para enviar a los menores.
Respecto de este sistema, que recientemente fue apoyado por una diputada de CABA del espacio Republicanos Unidos, tiene su antecedente más próximo en Argentina, en el gobierno del ex Presidente Fernando De La Rúa. “Fue un proyecto del Ministerio de Educación, pero que se dio en un contexto de políticas de Estado y no en el marco de un anarco-capitalismo”, comentó una fuente consultada respecto de la iniciativa.
“Con esa filosofía, si Milei llega a ganar, tendría el derecho de vender las escuelas, no sólo dar los vouchers”, comentó la fuente consultada, quien insistió en que, si se llegara a cumplir, será mucho menos dinero por persona “que la que se plantea” en la plataforma de gobierno de Milei.
De acuerdo con ese análisis de la plataforma de Milei, la “reforma de última generación” que se impulsa, conlleva a la desaparición o la venta de las escuelas que, en la competencia educativa por los alumnos, queden relegadas por no contar con la cantidad de estudiantes necesaria para sostener la institución.
En 2021, Milei ya había expresado esa idea de la competencia educativa. “Todas (las escuelas) van a ser aranceladas, pero uno puede usar el voucher para ir a la que uno quiera, estatal o privada. Y en el proceso, todas las instituciones van a tener que competir y eso genera un mejor servicio”, mencionó el “libertario”, sin referirse a qué ocurriría con las escuelas que queden relegadas.