Lo planteó el expresidente de la CCIP, Carlos María Beigbeder, propietario de una conocida distribuidora de Posadas, quien recalcó que los precios de lista de los proveedores no se modificaron desde diciembre, pero la actualización de precios fue tan pronunciada, que se afectó al consumo.
La decisión del gobierno nacional de bajar impuestos a la importación algunos alimentos y productos consumo masivo, de no levantar aranceles y suspender por 120 días percepciones de IVA e Impuesto a las Ganancias sobre su ingreso al país, con el objetivo de bajar la inflación, fue considerada como una medida “muy positiva” por parte del empresario Carlos María Beigbeder, expresidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas (CCIP) y propietario de una reconocida distribuidora de Posadas.
Este lunes, el gobierno anunció también que disminuye de 120 días a 30 días el acceso al mercado de cambios para la importación de frutas (banana, palta, ananá, cítricos, uvas, manzanas, peras), café, yerba, azúcar, cereales (trigo, cebada, centeno), maíz, avena, arroz, maní, harinas, aceite de oliva y girasol, más alimentos envasados como conservas de pescado, pastas, salsas, galletitas, cacao, mermeladas, dulces y aderezos, entre otros productos alimenticios.
En ese marco, el portal www.radioup.com.ar consultó a Beigbeder sobre el escenario que avizora con esta medida y, dejando en claro que está a favor de la apertura, aclaró que los efectos en términos de baja de precios, recién se sentirán dentro de 90 días. “Es muy positivo. Va a ayudar a descubrir quién es el que se está quedando con el margen (de ganancias comerciales): si las empresas, si el Estado con los impuestos, si un poco de ambos. Así que la verdad es que lo veo positivo”, comentó el empresario, a favor de la flexibilización de la importación de alimentos.
De todas formas, Beigbeder aclaró que una baja de precios por la mayor competencia, no será inmediata. “No creo que sea rápido, no creo que se puede instrumentar rápidamente, pero la competencia hace que todos nos pongamos a tiro, ¿no? Así que sí, lo veo bien”, señaló el empresario, apuntando a que considera que van a bajar los precios.
“Hasta que llegue un producto a la Argentina y que se pueda inscribir, que la ANMAT, Senasa, etc. dependiendo del organismo de control, lo apruebe, yo creo que van a tardar no menos de 90 días. Nosotros vamos a verlo en tres o cuatro meses, tranquilamente. Pero bueno, hay que esperar y hay que verlo”, vaticinó Beigbeder, en diálogo con este medio. “Después, por ahí, la situación es otra, no sé si hacen una limpieza y reorganización de la Aduana puede ser mucho más veloz. Es cuestión de verlo desde este lado también, en cómo estaban dadas la situaciones antes”, puntualizó el expresidente de la CCIP.
En cuanto a la evolución de los precios en Misiones, Beigbeder aclaró que la situación es desastrosa, porque los incrementos impactaron en los niveles de venta, pese a que los precios de lista de los proveedores, prácticamente no variaron desde diciembre del año pasado, poco después que el ministro de Economía, Luis Caputo instrumentara una devaluación del 100% en la cotización del peso contra el dólar oficial.
“En términos de precios, en Misiones es un desastre. Las empresas si bien no tocan los precios de diciembre, el salto fue fenomenal. Entonces, a mí hay productos que no aumentaron en todo el año 2023, (y aumentaron) más del 600% en 2024. Lógicamente, si no tenés la capacidad de actualizar tu sueldo con esta velocidad, que tenés que plantar (moderar el consumo) en términos reales”, explicó Beigbeder. Y amplió: “la lógica del ‘libertario’ hace que no puedas controlar los precios que se maneje a través de oferta y demanda, y al abrir las importaciones es lo que quieren generar (mayor oferta)”
En este contexto, algunos grandes comercios no actualizaron sus precios en función de los incrementos de los proveedores, sino que fueron escalonando incrementos, para que las subas no se sientan tanto en las góndolas, según explicó Beigbeder. “Si absorbes parte del aumento te terminas fundiendo, si yo no traslado el aumento y en porcentajes extremadamente elevados, bueno, lógicamente voy a terminar fundiendo. Pero lo que podemos hacer, aquellas empresas que tienen stock, es ir escalonando el aumento para que no sea tan drástico. Y lo puedes escalonar dos semanas, un mes, un mes y medio, dependiendo del stock que tengas atrasado, a precio viejo, para llamarlo de alguna manera”, comentó el empresario sobre la desactualización de los precios de góndola con relación a los precios de reposición.
Sin embargo, Beigbeder aclaró que la segmentación de los incrementos no dura más de 90 días, por lo que los aumentos que se produjeron en febrero y marzo, obedecen a otros factores. “Ese proceso normalmente dura un mes, un mes y medio y ya está. Vas actualizando ese precio, pero tarde o temprano tenés que impactarlo. Y después empieza a suceder lo que viene sucediendo ahora que te llama tu proveedor y te dice ‘no me estás comprando nada’, y ‘¿qué podemos hacer?’ Y bueno, ‘te voy a hacer un 2×1, bajar el 20%’. Pero no te cambian la lista de precios, te hacen una acción de esa característica a un mes de vencer la mercadería que ellos tienen en la fábrica”, detalló Beigbeder, explicando el porqué de las promociones que se ven en góndolas, que no implican baja de precios.
“Lamentablemente suceden estas cosas porque el salto fue enorme de lista (2023) a otra lista (2024) y el suelo no se actualizó y no va a actualizar”, insistió.
De acuerdo a esta perspectiva de Beigbeder, los aumentos que se dieron en los últimos meses, fueron por el escalonamiento de aumentos que se dieron por la devaluación de diciembre y porque la inflación “es más producto de los ajustes de servicios que, de los comestibles. Ya el salto grande lo vimos entre diciembre y enero y no suben los productos. Al contrario, empiezan a bajar los precios pero eso no se puede medir”, planteó el comerciante, en referencia a las promociones de productos que van quedando en stock y que pueden llegar a fecha de vencimiento.
“Lo de las importaciones me parece bien. Al arroz que es un commodity está en la mitad de precio en Brasil que acá. No te fuiste a Tailandia a buscarlo, cruzaste el río y lo tenés al 50% entonces bueno es necesario un reacomodamiento de precios sin duda”, sentenció Beigbeder, insistiendo en que el reacomodamiento de los precios se tiene que dar por alguna vía.
De todas formas, Beigbeder aclaró que una baja de precios por la mayor competencia, no será inmediata. “No creo que sea rápido, no creo que se puede instrumentar rápidamente, pero la competencia hace que todos nos pongamos a tiro, ¿no? Así que sí, lo veo bien”, señaló el empresario, apuntando a que considera que van a bajar los precios. “Hasta que llegue un producto a la Argentina y que se pueda inscribir, que la ANMAT, Senasa, etc. dependiendo del organismo de control, lo apruebe, yo creo que van a tardar no menos de 90 días. Nosotros vamos a verlo en tres o cuatro meses, tranquilamente. Pero bueno, hay que esperar y hay que verlo”, vaticinó Beigbeder, en diálogo con este medio. “Después, por ahí, la situación es otra, no sé si hacen una limpieza y reorganización de la Aduana puede ser mucho más veloz. Es cuestión de verlo desde este lado también, en cómo estaban dadas la situaciones antes”, puntualizó el expresidente de la CCIP.