Maximiliano Pullaro venció por amplio margen a Carolina Losada, mientras Marcelo Lewandowski conseguía apenas la mitad de los votos que Perotti obtuvo hace cuatro años.
La confianza era tan amplia que cuando sólo se habían cargado el 2% de los votos ya había festejos en el hotel Ariston, donde Maximiliano Pullaro montó su búnker. Después de una campaña dura, con cruces de denuncias, el exministro de Seguridad de Santa Fe venció por un margen más grande de lo esperado a su rival Carolina Losada, pero más allá de la batalla interna, el resultado aportaba una sorpresa: Pullaro se transformó en el candidato más votado de la provincia y dejó muy lejos del podio al peronista Marcelo Lewandowski, que aspiraba con convertirse en el postulante más votado individualmente. De hecho, la sumatoria de votos de todo el peronismo quedaba este domingo a más de 40 puntos de Juntos por el Cambio y cosechaba la mitad de los sufragios con los que Omar Perotti accedió a la gobernación en 2019.
No hubo una merma importante en el porcentaje de asistencia a los comicios, como se temía en la previa. Sufragó un 64 por ciento, casi igual que en la PASO de 2021. Tampoco se produjeron episodios violentos, un miedo que sobrevolaba por los antecedentes que había hace dos años y por el clima tenso que reina hoy, con 156 homicidios en lo que va de este año.
Uno de los ejes más importantes de la campaña fue el narcotráfico y las consecuencias que provoca en Rosario desde hace diez años. Pullaro se mostró más sólido, aunque no aportó precisiones sobre cómo enfrentará ese “flagelo”, con el que no logró avances determinantes cuando fue ministro de Seguridad. El fracaso de Perotti en materia de seguridad dejó a Pullaro como alguien que durante la gestión de Lifschitz, aunque sea, había logrado un empate.
Losada decidió en la campaña enfrentar a su rival con fuertes cuestionamientos. Le adjudicó un pasado oscuro. Reavivó las condenas por narcotráfico contra policías que fueron cercanos al exministro, como Alejandro Druetta. Pero Pullaro decidió no responder. Su estrategia fue más allá del rival interno y funcionó para sus intereses. Losada denunció una campaña sucia subterránea, pero se mantuvo frontal contra el exministro de Seguridad y hasta llegó a anticipar que no lo iba a convocar después de los comicios, si ella vencía. Su derrota cambió ese escenario, impensado hace dos años, cuando venció a Pullaro en los comicios legislativos de 2021.
“Yo soy una persona de la democracia, en las buenas y en las malas. Ganó Juntos por el Cambio, con el 70 por ciento de los votos. Es un resultado para que celebremos todos. Felicité a Pullaro y a partir del lunes vamos a estar empujando para que gane” esta fuerza, planteó Losada, cerca de las 21 horas. Media hora antes, con escasos cómputos oficiales cargados en el sistema oficial, Federico Angelini, compañero de fórmula de Losada, llamó a sus rivales internos para felicitarlos por la victoria.
El exministro de Seguridad logró cautivar a la estructura tradicional del radicalismo tras su candidatura. Se ligó poco con Horacio Rodíguez Larreta, que respaldó su candidatura. Un gesto en este plano fue que en su búnker el primero que salió a hablar con optimismo fue el presidente de la UCR a nivel provincial, Felipe Michlig. “Mi departamento (Castellenos) tiene 32 localidades y Pullaro visitó 29″, apuntó. Ese fue el espíritu de la campaña del exministro. Caminar toda la provincia, con una ventaja frente a la decisión que tomó a último momento Losada, desde el año pasado.
Cerca de las 21.20, Pullaro salió a anunciar su victoria, con cierta cautela, sin euforia. “El cambio empezó en la provincia de Santa Fe y va a ser en todo el país”, aseguró Pullaro, al lado de Martín Lousteau.
Recriminaciones en el peronismo
El triunfo arrollador de Pullaro fue lapidario no sólo para Losada, sino también para el peronismo. En el búnker del PJ, en el hotel Ross Tower, las recriminaciones iban dirigidas a Perotti, que escamoteó su respaldo a Lewandowski hasta la última hora del cierre de listas. Perotti no se movió de Rafaela. Había logrado ser el candidato más votado como candidato a diputado. Su pretensión es ser presidente de la Legislatura santafesina, un camino que siguieron los últimos tres gobernadores, porque en Santa Fe no hay reelección, y el manejo de esa caja millonaria garantiza mantener las estructuras políticas.
Desde el entorno de Lewandowski estaban con mucha bronca por los escasos fondos que el candidato peronista tuvo disponibles para la campaña. Pero había otro destinatario de la furia: Marcos Cleri, candidato de La Cámpora, que con un intenso ensayo proselitista consiguió restarle votos a Lewandwoski.
“Tenemos que pensar en una campaña distinta. Empieza otra elección desde mañana. Vamos a ir contando cada una de las propuestas”, ensayó el senador nacional después de las 21.30, luego de que Pullaro anunciara su victoria. “Estamos satisfechos con lo que teníamos que hacer. Hemos logrado una amplia diferencia y vamos a representar el 10 de setiembre a este frente”, agregó.
Lewandwoski no pudo desplegar el discurso que tenía preparado y que iba a ser el broche de la noche. Ser el candidato más votado. Su mala perfomance pone en una delicada situación al peronismo en Santa Fe. Un síntoma del escenario que es la decisión que tomó el gobernador de viajar a la India tres días después de la elección, en un periplo de diez días. “Se va y no da la cara”, sentenciaban desde el búnker de Lewandwoski.
“Hay que mejorar en seguridad, porque no podemos seguir sufriendo este flagelo. Hace 15 años tenemos barrios abandonados y a la deriva. Hay que hacer algo y lo vamos a plantear a partir del lunes. Vivo en un barrio desde siempre y allí cerraron la comisaría. El 10 de setiembre vamos a enfrentar al responsable de haber cerrado muchas comisarías”, afirmó el candidato del PJ, que después de su mala perfomance no perdió tiempo en arrancar con la campaña de cara a las generales.
En Rosario, la lucha por la intendencia no dio sorpresas. El jefe comunal Pablo Javkin se encaminaba a ser el candidato más votado, tras vencer por un margen estrecho a su competidor en la interna, otro periodista deportivo, Miguel Tessandori. En el peronismo, el duelo entre el exministro de Trabajo Roberto Sukerman y el líder de Ciudad Futura, Juan Monteverde, era parejo.
(Fuente: La Nación)