Un misionero murió a causa de un linchamiento en el conurbano bonaerense, sufrió un ataque por parte de un grupo de personas que pensó que se trataba de un ladrón y falleció a causa de los múltiples golpes que recibió.
Melani Sosa, hermana de Jeremías, habló para medios locales y nacionaes tras el asesinato que sufrió y lo recordó con su espíritu de solidaridad: “Él era el mejor de la familia, el más cariñoso y atento, nos sacaba una sonrisa todos los días, es muy difícil continuar sin él porque era nuestra chispa”.
Su sueño, según reveló, era tener un comedor para niños: “le encantaba ayudar a la gente, era siempre solidario con todo el mundo. Estaba trabajando de lunes a lunes para poder juntar la plata para festejarle los 15 a su hija, todavía no caemos, estamos en una nube, creo que cuando volvamos a la realidad va a ser mucho más difícil”.
Explicó que sufría ataques de pánico y que lo mataron por tener “los ojos grandes”, es decir, desorbitados, a causa de su estado delicado. Entonces, según su relato, un grupo de personas comenzó a gritar “ahí va el chorro” y otros se sumaron a lo que ella calificó como un asesinato.
La familia busca justicia por Jeremías: “creemos en la justicia divina pero hoy necesitamos de la terrenal, queremos que esta gente entienda la gravedad de la situación, de lo que hicieron”. Y agregó: “hay un nene de tres años que hoy quedó desamparado”.


