El juzgado de Instrucción Seis de Posadas comenzó en la jornada de ayer la ronda final de testigos, en el marco de la investigación por la muerte de Juanita Sirimarco. Se pudo saber que una de las mujeres es enfermera e intentó asistir a la menor mientras era guiada por un médico vía videollamada.
En horas del mediodía del viernes, se presentaron dos de las madres que acompañaron a la alumna del Instituto Cristiano Republica Argentina (Icra) cuando sufrió los primeros malestares durante el regreso del contingente estudiantil desde Córdoba. Se pudo saber que una de las mujeres es enfermera e intentó asistir a la menor mientras era guiada por un médico vía videollamada.
Según fuentes consultadas, fue la enfermera quien brindó más detalles del estado de salud de la adolescente, mencionando que de regreso a Posadas le aplicó un inyectable (Dipirona) para controlar la fiebre, además de otras circunstancias que describió ayer durante una audiencia en el juzgado.
En su testimonio, la mujer expresó que momentos antes de llegar a Misiones, cuando estaban en Corrientes, Juanita había sufrido un pico de fiebre en el colectivo, por lo que precedió a realizar las labores de primeros auxilios para controlar su fiebre. Para esto, la testigo explicó que la asistió bajo las directivas por videollamada por parte de un médico del seguro de la empresa de viaje. Por otro lado, también declaró otra madre que estuvo siguiendo de cerca todo el momento en que Juanita sufrió malestares por horas.
En tanto, se espera que la semana que viene se presenten otros seis testigos. Se trata de los médicos y enfermeros que atendieron a Juanita en Posadas. A su vez, se prevé que se presenten a declarar como testigos docentes del colegio de Fátima que compartió el transporte de larga distancia con el Icra.
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(Fuente: El Territorio)