Héctor Romero (71) fue indagado este miércoles y negó haber matado a Maria Cash. El fiscal salteño dijo que lo acusan por distintos indicios, como contradicciones, horarios, cotejos de testimonios y otras pruebas. Harán una nueva búsqueda de restos. Con esa imputación, en caso de ser condenado, le corresponde la perpetua.
En un giro trascendental para uno de los casos criminales impunes más resonantes de la Argentina de los últimos años, un camionero quedó preso en Salta acusado de haber asesinado y descartado el cuerpo de María Cash (29), la joven que desapareció en 2011 cuando viajaba como mochilera desde Buenos Aires a Jujuy. Nunca se halló nada suyo.
El conductor Héctor Romero (71), quien supuestamente fue la última persona que la vio con vida al levantarla en la ruta mientras ella hacía dedo, quedó detenido por orden de la Justicia federal en el marco de un nuevo análisis indiciario de la causa. Romero se encuentra imputado por presunto homicidio calificado por alevosía. Será enviado a la cárcel.
El fiscal federal general de Salta, Eduardo Villalba, dijo este miércoles que el camionero “no sólo fue la última persona en ver con vida a María Cash” sino que se lo acusa de haberla levantado en su camión y, ya el trayecto hacia Joaquín V. González, le habría dado muerte y habría hecho desaparecer su cuerpo.
Romero, quien fue detenido el pasado martes en su casa, fue indagado este miércoles y negó todo ante la jueza. Efectuó manifestaciones que no trascendieron. Desde la Justicia federal se dispuso un nuevo rastrillaje en la zona donde habría ocurrido todo.
El fiscal dijo que hay pruebas indiciarias como las declaraciones del ahora acusado, sus contradicciones, versiones refutadas por otros testigos, inexactitudes de horarios y de movimientos del camión, tardanzas en los recorridos y supuestas incongruencias en su relato sobre cómo iba vestida la mujer.
Un hermano del acusado dijo en las últimas horas: “Si se mandó una macana, que se haga cargo”. Por su parte, el defensor de Romero dijo que su cliente es absolutamente inocente y que todo saldrá “a la luz”. El letrado Fernando Díaz dijo que pedirá la libertad o el arresto domiciliario al señalar que su cliente “padece cáncer de próstata”.
Un viaje, un enigma, ¿un asesinato?
María tenía 29 años, vivía en el barrio porteño de Barracas y se dedicaba a diseñar y vender prendas. En julio de 2011 emprendió un viaje hacia San Salvador de Jujuy. El lunes 4 de aquel mes, abordó un ómnibus en Retiro, Buenos Aires. En Tucumán descendió y abordó otro colectivo hacia Rosario de la Frontera, en Salta.
Según la Justicia federal, luego, un camionero la acercó hasta la localidad santiagueña de La Banda, donde abordó otro colectivo a Jujuy, adonde llega el 6 de julio. Luego, vuelve a Salta y empieza un periplo.
Tras hablar con su familia por teléfono, fue captada por una cámara en el acceso a la ciudad de Salta. El 7 de julio, fue a atenderse en el hospital San Bernardo, pero se fue. Algunos testigos refirieron que la vieron perdida y deteriorada.
En un peaje se encontró su mochila. Un remisero dijo que la llevó a la Capital salteña. Una vecina declaró que ella le pidió asilo y no lo consiguió. Luego, fue vista por dos empleados de una estación de servicio en la rotonda de Torzalito, en la ciudad salteña de General Güemes.
El 8 de julio a la tarde, supuestamente se puso a hacer dedo en la ruta 9/34. El camionero Romero frenó y la levantó. El hombre dijo que la llevó hasta una gruta de la Difunta Correa.
Ahora no le creen. Un fiscal federal pidió su captura y una jueza federal (Mariela Giménez) ordenó su detención.
Desde la fiscalía se indicó que en los últimos meses se avanzó sobremanera en la pesquisa, tras un trabajo arduo con pesquisas de Gendarmería y de la Justicia federal, y se descartaron numerosas hipótesis erróneas y falsas, y se afianzó la sospecha en torno al camionero.
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(Fuente: La Voz)