El pacto, que incluye el ingreso a la Franja de cientos de camiones con suministros, supone el mayor hito diplomático en los 47 días de conflicto. El intercambio será solo de mujeres y menores: el grupo armado islamista liberará a 50 rehenes e Israel excarcelará a 150
El gobierno de Israel aceptó un acuerdo con el movimiento islamista Hamas para la liberación de 50 secuestrados en la Franja de Gaza, a cambio de la liberación de presos palestinos y una tregua de cuatro días. Horas antes del anuncio Hamas había adelantado que «la pelota estaba en el campo de Israel» después de que el grupo informara de su posición sobre el acuerdo a los mediadores de Qatar y Egipto.
Todos los miembros del Ejecutivo del primer ministro Benjamín Netanyahu votaron a favor del intercambio y de la tregua excepto los tres ministros del Partido Poder Judío del ultraderechista y ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir. «El gobierno aprobó las grandes líneas de la primera etapa de un acuerdo según el cual al menos 50 personas secuestradas (mujeres y niños) serán liberadas durante cuatro días a lo largo de los cuales habrá un respiro en los combates», detalló un comunicado oficial del gobierno israelí.
Hamas llevará los rehenes a Egipto a través del paso de Rafah en grupos diarios de unos 10, y desde allí serán trasladados a Israel. Por su parte Israel deberá excarcelar a unos 150 prisioneros palestinos, también en su mayoría mujeres y menores que no estén condenados por delitos de sangre. El Ejército se compromete a no sobrevolar la Franja de Gaza durante seis horas diarias mientras la tregua esté en vigor para permitir a Hamas localizar a rehenes que se encuentran en poder de otros grupos armados, como la Yihad Islámica.
Según algunas estimaciones Hamas retiene a entre 210 y 240 rehenes, mientras que la Yihad Islámica Palestina mantiene bajo poder a unos 30. El acuerdo también incluiría, según la prensa hebrea, la entrada a la Franja de 100 a 300 camiones con alimentos y ayuda médica, además de combustible. Según la televisión pública israelí, el alto el fuego empezará el jueves para dar 24 horas para la presentación de apelaciones eventuales a la decisión gubernamental ante la Corte Suprema.
El primer ministro Netanyahu advirtió que el Ejército israelí no frenará su operación militar después de la tregua pactada. La ONU, que hace semanas que reclama un alto el fuego por motivos humanitarios, estima que la guerra desplazó a casi 1,7 de los 2,4 millones de habitantes de Gaza, sometida desde el 9 de octubre a un asedio total por parte de Israel, que bloquea los suministros de comida, agua, electricidad y medicamentos.
El grupo de economías emergentes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) solicitó el martes durante una cumbre extraordinaria virtual «una tregua humanitaria inmediata y duradera» en Gaza. Netanyahu aseguró antes de la reunión del gobierno que el acuerdo incluye que la Cruz Roja visitará a los secuestrados y les ofrecerá ayuda médica.
Antes de las discusiones de su gabinete, el primer ministro aseguró que aceptar este acuerdo, que según Hamas se lleva discutiendo un mes, era la decisión correcta. «Se están diciendo muchas cosas sin sentido por ahí, como que después de la pausa para devolver a nuestros rehenes pararemos la guerra. Que quede claro: estamos en guerra y continuaremos la guerra. Continuaremos la guerra hasta que logremos todos nuestros objetivos: eliminar a Hamas, devolver a todos nuestros rehenes y desaparecidos y garantizar que no haya ningún elemento en Gaza que amenace a Israel», advirtió Netanyahu.
El ministro Benny Gantz también habló en la apertura de la reunión y dijo que el esquema del acuerdo «es difícil y doloroso desde una perspectiva humana, pero es el acuerdo correcto». Antes del anuncio del acuerdo, Netanyahu dijo que la intervención del presidente estadounidense Joe Biden había ayudado a mejorar el acuerdo tentativo para que incluyera más rehenes y menos concesiones. «Estamos ahora muy, muy cerca. Pero no quiero entrar en detalles porque nada queda hecho hasta que se hace», había dicho Biden antes del anuncio del acuerdo.
(Fuente: El País)