Pablo Jesús Córdoba, de 21 años, fue hallado sin vida en la guardia, en el mismo cuartel del Ejército en el que ocurrió, en 1994, el caso Carrasco, que puso fin al servicio militar obligatorio; la autopsia reveló datos decisivos.
La muerte del soldado voluntario Pablo Jesús Córdoba, en circunstancias extrañas cuando hacía guardia en el cuartel de Zapala, en Neuquén, y los datos que habrían surgido posteriormente en la autopsia siembran dudas sobre lo sucedido y amenazan con convertirse en un escándalo en el Ejército. El joven, de 21 años, apareció muerto y según el resultado del informe forense, presentaba dos disparos de un fusil FAL, lo que alertó a la familia, según reveló su abogado en los medios.
El hecho ocurrió hace más de un mes, a las 6.10 de la mañana del jueves 1 de junio, en el Grupo de Artillería 16 de Zapala, el mismo regimiento donde hace 29 años fue encontrado muerto el conscripto Omar Carrasco, luego de una fuerte golpiza y cuyo encubrimiento –el cadáver apareció veinte días después de su desaparición-, derivó en la suspensión del servicio militar obligatorio.
En la actualidad, el jefe del regimiento es el teniente coronel Germán Isidro Green.. En el caso de Córdoba, el Ejército no difundió ninguna comunicación oficial, aunque las autoridades del regimiento informaron a los familiares que el soldado se había suicidado. Aceptada inicialmente la versión, las dudas surgieron al establecer la autopsia que el cuerpo tenía dos balazos, uno debajo del mentón y otro en la sien.
“El fusil no estaba en automático”, declaró a los medios el abogado Maximiliano Orpianessi, que asumió hace unos días la representación de la familia de la víctima, como parte querellante, con lo que sembró dudas respecto de la hipótesis del suicidio. Agregó que la familia cree que no tenía motivos para quitarse la vida. “La querella entiende que la línea de investigación que se debe seguir es la de homicidio”, precisó el letrado.
En tanto, una fuente militar en actividad lamentó la muerte del soldado y reveló que anualmente se registran unos 30 casos de suicidios en los regimientos y que no en todas las unidades hay asistencia psicológica. “Cuando se detecta algún trastorno que pueda dar indicios de depresión o alguna patología que pueda derivar en intentos de quitarse la vida, se lo aleja del acceso a las armas”, comentó la fuente, que consideró inadecuada el silencio del Ejército frente a este nuevo caso.
Puntos oscuros
Entre las inconsistencias y contradicciones que presenta el caso, el abogado Orpianessi dijo que en el expediente hay testimonios de soldados que tomaron contacto con la trágica escena en los primeros momentos. Mientras uno de ellos, de apellido Jara y que según el letrado habría sido el primero que encontró el cuerpo, a 50 metros de una garita cerca del Casino del regimiento, el fusil se encontraba a un costado del cuerpo. Otros testimonios indicaron que el arma estaba colocada sobre la víctima, lo que daría indicios de que su ubicación habría sido manipulada.
Un dato que no pasa inadvertido es que el fusil, que es un arma de guerra, no se encontraba en modo automático, lo que haría imposible que una persona se dispare dos veces a sí misma. Fuentes castrenses afirmaron que el modo automático de un FAL podría producir hasta 600 tiros por minuto.
El letrado de la familia declaró que en el expediente se indica que el primer aviso que da el Ejército a la Policía es que habrían encontrado al soldado con un disparo de arma de fuego y que se lo habría autoinfringido. Fueron halladas las dos vainas de los disparos, pero una de ellas tiempo después.
El teniente coronel Green informó que Córdoba fue trasladado al hospital de Zapala, adonde habría llegado con vida, y que el personal superior del cuartel acompañó a los familiares. Pero, a las 8.55 los médicos informaron que había fallecido.
Comentó que el soldado había tomado la guardia en la unidad militar a las 4.30 de la mañana. Su padre es un suboficial del Ejército, que presta servicios en la Base de Apoyo Logístico de Neuquén. “Perder a un camarada es duro. Estamos abocados a estar con los familiares. Es un momento muy indeseable y de mucho dolor”, dijo el teniente coronel Green, tras confirmarse el deceso.
Investiga el hecho el juez federal subrogante de Zapala, Hugo Greca.
(Fuente: La Nación)