En la jornada de ayer, martes, la capital de Yemen, Saná, fue escenario de una serie de intensos ataques aéreos lanzados por Estados Unidos contra instalaciones militares bajo el control del grupo hutí. Según informó la televisión hutí al-Masirah, los bombardeos tuvieron como objetivo diversas ubicaciones en la ciudad, incluyendo un edificio del Ministerio de Defensa, áreas cercanas al centro de Saná, y la 1ª División Blindada. Además, uno de los objetivos fue un complejo dedicado a la fabricación de municiones.
Los residentes de la ciudad informaron que los fuertes bombardeos sacudieron la zona, y varias viviendas cercanas a los puntos atacados sufrieron daños parciales. Tras los ataques, se vieron ambulancias dirigiéndose hacia las zonas afectadas, mientras que las fuerzas hutíes acordonaban los lugares impactados. Si bien no se reportaron cifras exactas de víctimas, se cree que varios combatientes hutíes se encontraban en los objetivos atacados, aunque el grupo rara vez proporciona detalles sobre sus bajas.
Estos ataques aéreos tuvieron lugar pocas horas después de que el grupo hutí asumiera la responsabilidad de los lanzamientos de misiles nocturnos contra el aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv, Israel, y una estación eléctrica al sur de Jerusalén. Además, los hutíes también se atribuyeron los ataques con cohetes y drones contra el portaaviones estadounidense USS Harry Truman.
En respuesta a los ataques, el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) emitió un comunicado a través de la plataforma X, donde informó que desde el lunes, sus fuerzas habían ejecutado varios bombardeos de precisión en Saná y en otras áreas costeras de Yemen controladas por los hutíes. El 30 y 31 de diciembre, la Armada y la Fuerza Aérea de EE. UU. atacaron instalaciones clave, incluidos centros de mando y control hutíes, así como instalaciones de producción y almacenamiento de armas avanzadas como misiles y drones.
CENTCOM señaló que estas instalaciones fueron utilizadas por los hutíes en operaciones contra buques de la Armada estadounidense, así como contra embarcaciones mercantes en el sur del Mar Rojo y el Golfo de Adén. Entre los objetivos destruidos también figuraron un radar costero hutí y varios misiles de crucero.
Hasta el momento, no se registraron bajas ni daños entre el personal o equipo estadounidense durante los ataques. Desde CENTCOM explicaron que estos ataques forman parte de una estrategia más amplia para debilitar las capacidades militares hutíes, que presentaron una creciente amenaza para los intereses estadounidenses y regionales, incluyendo la seguridad de la navegación en el Mar Rojo.
Los hutíes, que dominan gran parte del norte de Yemen, intensificaron sus ataques con cohetes y drones hacia Israel y contra la navegación vinculada con el país hebreo en el Mar Rojo desde noviembre de 2023. Estos ataques forman parte de su apoyo a los palestinos en Gaza, en el contexto del actual conflicto con Israel.
Fuente: (Noticias Argentinas)