El senador libertario Francisco Paoltroni fue deportado de Venezuela por el régimen de Nicolás Maduro. El legislador había viajado para participar de las elecciones presidenciales como veedor. Frente esto, la vicepresidente Victoria Villarruel repudió lo sucedido y envió su apoyo al pueblo venezolano de cara a los comicios.
Paoltroni fue quien comunicó lo sucedido a través de sus redes sociales. “Rodeado por siete soldados fuertemente armados, sin explicación alguna y reteniendo nuestros pasaportes, nos impidieron ingresar a Caracas, Venezuela”, informó y aclaró que fue invitado por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado (la referente de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) e inhabilitada por la dictadura para competir en estas elecciones).
Según relató en un video, los funcionarios de Maduro “lo volvieron a subir al mismo vuelo con el que había llegado”. “Estamos bien, por supuesto, que son personas super autoritarias y basadas en ningún reglamento, ni derecho y sin darnos ningún tipo de información”, agregó.
De esta manera, apuntó contra el chavismo al decir que “está haciendo lo posible para evitar caer”. A su vez, consideró a esta situación como “una clara violación de nuestros derechos y evidencia el estado de represión y control que el gobierno ejerce sobre sus ciudadanos y visitantes”. Tras esto, el senador de La Libertad Avanza (LLA) proyectó que “el domingo Venezuela va a hacer historia”.
La reacción de la vicepresidente Victoria Villarruel no se hizo esperar. “¡Libertad para Venezuela! La violación de los DDHH en Venezuela es la ley imperante desde hace más de 2 décadas y este domingo los venezolanos vuelven a elegir si se termina esta tiranía”, expresó en sus redes sociales.
Así, envió un mensaje de apoyo al pueblo venezolano y a “quienes luchan contra Maduro”. A su vez, se solidarizó con Paoltroni “por representar al Senado como veedor”.
Esta situación se da días después de que se avivara la tensión entre el gobierno de Javier Milei y el régimen venezolano. En uno de sus actos de campaña, Maduro acusó al mandatario de ser un “malparido nazi y fascista”.
El Ejecutivo salió al cruce a través del vocero presidencial Manuel Adorni, quien expresó: “El respeto por los derechos humanos no depende de la buena voluntad de un presidente autoritario ni de su séquito de obsecuentes”. En el mismo sentido, apuntó que espera que en el país caribeño “se respete el proceso electoral y la integridad de todas las personas participantes” en los comicios.
(Fuente: Infobae)