El paso de Beryl por el Caribe ya ha dejado al menos siete fallecidos, generando preocupación por la rapidez en su formación y por alcanzar la mayor potencia que puede tener un ciclón (la categoría 5) en una etapa tan temprana en la temporada de huracanes del Atlántico, algo que es visto como un “alarmante precedente”.
La agencia meteorológica de la ONU subrayó que desde que se tiene registro, nunca se había formado a estas alturas del año un ciclón de máxima intensidad en el Atlántico. El fenómeno se dirigirá a Jamaica este miércoles y al día siguiente afectará las islas Caimán
El lunes en la noche, el huracán Beryl alcanzó la categoría 5 (la máxima en la escala Saffir-Simpson, que mide los ciclones por sus vientos), y bajó a 4 el martes por la tarde, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de EEUU, con sede en Miami.
Al menos tres personas murieron este martes en Granada, que se suman a un fallecido registrado el lunes en San Vicente y las Granadinas, islas del Caribe Oriental. El primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, dijo que “posiblemente más” personas han perdido la vida en esta isla y la vecina Carriacou.
Mitchell dijo que “se están haciendo esfuerzos para conseguir un helicóptero para visitar Carriacou dado que el mar sigue muy agitado” y los barcos de la Guardia Costera probablemente no puedan llegar.
El ciclón, el primero de la temporada de huracanes del Atlántico, ha dejado destrucción significativa de edificios, carreteras y embarcaciones en varios países de la Comunidad del Caribe (Caricom), que suspendió su reunión anual y convocó a una junta virtual para evaluar los daños y diseñar una respuesta colectiva.
Por otro lado, las autoridades de Venezuela reportaron este martes tres muertos, varios desaparecidos y más de 600 viviendas afectadas en el estado Sucre (noreste), a causa del desbordamiento del río Manzanares tras el paso de Beryl. En la región, la vicepresidente, Delcy Rodríguez, fue víctima de un accidente este martes cuando fue golpeada por un árbol que cayó encima de ella y de la comitiva con la que se encontraba.
El ministro de Relaciones Interiores, Remigio Ceballos, informó que se brindó atención médica a la población y que se desplegaron “refuerzos” con personal de bomberos y otras organizaciones de salvamento “para labores de análisis, evaluación de daños y mitigación”.
En tanto en Puerto Rico, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) informó del cierre de varios balnearios en el norte y el suroeste de la isla debido a las peligrosas condiciones marítimas provocadas por el huracán.
Por otro lado, República Dominicana comenzó a sentir este martes los efectos indirectos del huracán, que se mantiene como un peligroso sistema con vientos máximos sostenidos de 260 kilómetros por hora (160 millas por hora). El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) de República Dominicana puso en alerta a 24 de las 32 provincias del país, dos de ellas, Barahona y Pedernales (suroeste) en rojo (máxima), y donde ya se sienten los efectos indirectos del huracán, lo que llevó a iniciar evacuaciones preventivas y la suspensión de las clases.
La agencia meteorológica de la ONU subrayó que desde que se tiene registro, nunca se había formado a estas alturas del año un huracán de máxima intensidad en el Atlántico.
En la actual temporada atlántica, que va desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, ya se han formado tres tormentas tropicales con nombre: Alberto, Beryl y Chris, esta última que también tuvo un rápido desarrollo y causó estragos en México. Para la OMM, la llegada de Beryl con esta fuerza dos semanas antes de lo habitual “podría ser el anticipo de una estación muy activa y con riesgos para toda la cuenca atlántica”.
(Fuente: Infobae)