La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos autorizó la semana pasada las vacunas mejoradas y recomendó su aplicación a todas las personas mayores de seis meses. Esta actualización de la vacuna contra el COVID-19 tiene como objetivo principal fortalecer las defensas frente a la nueva variante Omicron KP.2.
Aunque muchas personas han dejado de prestarle atención a la enfermedad, los casos están en aumento en Estados Unidos, especialmente con la llegada del otoño boreal, lo que podría acelerar su propagación. Según explican los especialistas, la vacunación masiva ha sido clave para cambiar el curso de la pandemia, ya que ha mejorado la capacidad del cuerpo humano para enfrentar el virus gracias a la inmunización o a infecciones previas.
Según Michael Osterholm, epidemiólogo y director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, “uno de los desafíos actuales es que la gente no se va a vacunar”. Esta es una situación que enfrentan todos los países desde que el virus comenzó a percibirse como algo que no implica consecuencias importantes, a pesar de la persistencia del virus y del riesgo del COVID prolongado. La mayoría de las personas “no entienden realmente qué está pasando, ni cuál es el riesgo para ellos” en relación con la enfermedad, comentó el experto.
De acuerdo con el registro de Our World in Data, el pico máximo de vacunación en todos los países se produjo en junio de 2021 con 5.241,20 dosis por millón de personas y desde entonces ha variado, aunque siempre en decrecimiento, hasta agosto de este año, cuando se registró un nivel de vacunación de menos de 0,01 dosis por millón de personas.
Por supuesto que los niveles de hospitalizaciones y muertes han caído desde 2021, cuando se produjo el pico de la crisis sanitaria, y en esto tuvo mérito la vacunación, pero continúa siendo un virus peligroso para los adultos mayores y las personas inmunocomprometidas.
“No hay duda de que esto es mejor que en 2020 o 2021, pero eso no significa que sea aceptable o suficientemente bueno”, dijo el Dr. Jerome Adams, ex cirujano general de Estados Unidos.
El Dr. Peter Marks , director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA, destacó la semana pasada que estas vacunas actualizadas fueron formuladas para proporcionar una protección más efectiva contra las variantes circulantes, con el objetivo de reducir los graves efectos del COVID-19 como hospitalizaciones y muertes.
En junio, la FDA había recomendado a Moderna y Pfizer enfocar sus formulaciones otoñales en el linaje JN.1 del SARS-Cov-2 , que posteriormente se especificó como la cepa KP.2. Sin embargo, la rápida evolución del virus y la aparición de nuevas variantes como KP.3.1.1 justificaron la importancia de estas actualizaciones en las vacunas.
La constante aparición de mutaciones del virus, con más de 50 variantes detectadas, hizo imprescindible la adaptación y actualización de las vacunas.
¿Quienes deben recibir las nuevas vacunas?
Para las últimas versiones de las vacunas de Pfizer y Moderna, en Estados Unidos, se recomienda recibirlas a todas las personas mayores de 6 meses. Actualmente, no existe ninguna vacuna contra la COVID-19 aprobada o autorizada por la FDA para niños menores de 6 meses.
La vacunación es especialmente importante para las personas con mayor riesgo de presentar COVID-19 grave, incluidas las personas de 65 años o más; las personas con afecciones médicas subyacentes, incluido el compromiso inmunológico; las personas que viven en centros de atención a largo plazo; y las mujeres embarazadas para protegerse a sí mismas y a sus bebés.
¿La suba de casos de COVID-19 se está estancando?
Según el Dr. Demetre Daskalakis, director del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC, “todavía no hemos salido del atolladero”. Durante una conferencia de prensa la semana pasada, reconoció también que “posiblemente estamos viendo algún indicio de que estamos llegando a un punto de estancamiento”. La situación varía según la región: aproximadamente la mitad de los estados de Estados Unidos muestran un aumento en la transmisión viral por estos días. Sin embargo, esto representa una mejora con respecto a principios de mes, cuando casi todos los estados informaban incrementos en los casos de COVID-19.
(Fuente: Infobae)