La situación del gendarme argentino detenido en Venezuela, cuyo paradero sigue siendo un misterio, pone en evidencia aún más las tensas relaciones diplomáticas entre ambos países y el creciente aislamiento del régimen de Nicolás Maduro.
En diálogo con “La Última Rosca” de Radio Up 95.5, el analista internacional Joaquín González describió el contexto detrás de este caso y sus implicancias tanto en la región como a nivel internacional.
“Estamos siguiendo la pista del gendarme”, comentó González desde la ciudad de Salta, donde se encuentra realizando tareas laborales. El caso del oficial argentino, detenido mientras visitaba a su esposa y suegra venezolanas, no es un hecho aislado. “Se suma a una lista de otras personas de otras nacionalidades, mayoritariamente sudamericanas: ecuatorianos, brasileños, y también una pareja española detenida mientras hacía turismo en el Amazonas”, explicó.
Para González, estas detenciones arbitrarias evocan prácticas de la Guerra Fría: “En aquel entonces, algunos eran efectivamente espías, pero también caía mucha gente inocente, que luego era torturada, desaparecida o barrida en situaciones muy sospechosas y oscuras. Eso es lo que está pasando un poco en Venezuela”.
El analista destacó que, tras las últimas elecciones, estas acciones se han intensificado. “Antes, los detenidos eran mayoritariamente nacionales venezolanos, según Amnistía Internacional y otros organismos humanitarios. Ahora vemos un modus operandi dirigido a extranjeros”.
Relaciones tensas con Argentina
El caso del gendarme argentino no puede entenderse sin el telón de fondo de las ya deterioradas relaciones entre Argentina y Venezuela. “Cuando un gobierno va perdiendo legitimidad, acude a estas cuestiones”, afirmó González, calificando las acciones de Caracas como “manotazos de ahogado”.
Este episodio sigue a otros eventos preocupantes, como el ataque a la Embajada Argentina en Caracas. “Nada justifica lo que el Gobierno venezolano hizo con la Embajada Argentina, donde Brasil tuvo que intervenir, ni tampoco la detención de esta persona, de la cual tampoco se sabe el paradero”, sostuvo el analista.
Aislamiento y pérdida de apoyos clave
González subrayó que el régimen venezolano está cada vez más solo: “Esto no suma credibilidad, de hecho, resta muchísimo”. Recordó que en el pasado, el chavismo contó con el respaldo de aliados estratégicos como Brasil, Bolivia y Argentina en épocas de Lula, Evo Morales y los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Sin embargo, esos apoyos se han desvanecido.
“La elección reciente fue reconocida por casi ningún país. Todos dijeron que fue fraudulenta o que carece de legitimidad. Pero tampoco hay un gobierno dispuesto a repetir las elecciones, lo que complica todavía más la situación”, explicó.
Leé más: Gendarme en Venezuela | Patricia Bullrich dijo que “Diosdado Cabello es el dictador más sangriento”
La presión internacional como clave
Para González, la única manera de desmantelar regímenes como el de Venezuela es desde adentro. Sin embargo, destacó la importancia de la presión internacional, especialmente desde América Latina. “Debe haber una presión, no solo internacional, sino específicamente latinoamericana, sobre Venezuela”, afirmó.
Haciendo un paralelismo con el caso de Siria, González advirtió que incluso los gobiernos que parecen más sólidos pueden colapsar rápidamente: “Siria nos muestra cuán rápido e intelectivamente puede caer también un gobierno que se cree en control de la situación”.
El caso del gendarme argentino es un recordatorio de las tensiones políticas y humanitarias que persisten en la región. “Estamos hablando de detenciones arbitrarias, crisis diplomáticas y gobiernos autoritarios que buscan perpetuarse en el poder. Todo esto no hace más que complicar un panorama ya de por sí oscuro”, concluyó González.