La facción palestina, respaldada por Irán, rechazó una propuesta de Estados Unidos para extender el alto al fuego, lo que complicó aún más los esfuerzos por lograr una resolución pacífica con Israel.
En este contexto, Israel suspendió la ayuda humanitaria y las importaciones a Gaza tras el término de la tregua de seis semanas con Hamas, situación que generó reacciones internacionales de condena.
Egipto, mediador clave en las negociaciones de la tregua, expresó su rechazo a la decisión de Israel. Badr Abdelatty, ministro de Asuntos Exteriores egipcio, criticó fuertemente la medida, destacando que la ayuda humanitaria no debe ser utilizada como “arma de castigo colectivo o de hambruna”. La postura de Egipto se sumó a la de Arabia Saudita, cuyo Ministerio de Asuntos Exteriores calificó la suspensión de la ayuda de «chantaje y castigo colectivo».
Hamás, por su parte, denunció el corte de la ayuda como un «crimen de guerra». El ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Sa’ar, subrayó la difícil situación de los rehenes israelíes recientemente liberados de Gaza, en contraste con la aparente buena salud de los prisioneros de Hamas y las multitudes. En una conferencia de prensa, Sa’ar afirmó: “Los terroristas y la multitud parecían estar en perfecto estado. Los únicos que parecían estar muriéndose de hambre eran nuestros rehenes”.
El ministro también resaltó la magnitud de la ayuda que Israel había enviado durante las seis semanas de tregua. Según Sa’ar, “hemos enviado una cantidad enorme, enorme de camiones que entraron a la Franja de Gaza en las últimas seis semanas”.
El estatus a largo plazo de Hamas se mantiene como un obstáculo importante para avanzar en la propuesta de la “Fase 2”, que incluye la retirada militar total de Israel de Gaza y la recuperación de los rehenes restantes. Esta fase está siendo dificultada por las continuas disputas sobre el papel de Hamas en la región.
Recientemente, el enviado de la Casa Blanca, Steve Witkoff, presentó una nueva propuesta que generó sorpresa. En ella, se indicaba que Israel estaría dispuesto a negociar una nueva tregua que se extienda durante el mes sagrado del Ramadán y la festividad judía de la Pascua. El plan propuesto también contemplaba la liberación inmediata de la mitad de los 59 rehenes israelíes, mientras que el resto sería liberado en una fase posterior, como parte de un acuerdo sobre una suspensión abierta de las hostilidades.
Con la situación aún en tensión y la incertidumbre sobre el futuro de los acuerdos, la comunidad internacional sigue observando de cerca los desarrollos en la región, esperando que el diálogo y las negociaciones puedan generar una solución duradera a esta crisis humanitaria.
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Fuente: (Noticias Argentinas)
