Los mandatarios de los 20 países más desarrollados suscribieron una Declaración Final con pocos avances en cuanto al clima.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, urgió el martes al finalizar la cumbre del G20 en Rio de Janeiro a alcanzar un acuerdo climático en la COP29 de Bakú, un llamado atravesado por una nueva amenaza nuclear de Rusia.
El pedido de Lula tiene lugar un día después de que las 20 principales economías del mundo, que representan el 85% del PIB mundial y el 80% de las emisiones, suscribieran la declaración final del encuentro con pocos avances en materia climática.
Y en la misma jornada en que el presidente ruso, Vladimir Putin, ausente en Rio, agitó la posibilidad de recurrir al uso de armas nucleares tras la escalada en Ucrania, lo que encendió las alarmas de las potencias occidentales aliadas de Kiev.
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El texto del G20 no representó un catalizador para las negociaciones de la COP29 de Bakú, que en principio terminarán el viernes y están estancadas en torno a la financiación de la lucha contra la crisis ambiental y la transición de energías fósiles a limpias. “No podemos dejar para (la COP30 de) Belém la tarea de Bakú”, dijo el líder izquierdista antes del cierre de la cumbre.
Javier Milei fue el gran ausente de la foto oficial en el segundo día de las deliberaciones de la cumbre del G20, que concluye este martes en Río. Tal como sucedió el lunes con el presidente estadounidense, Joe Biden y los jefes de gobierno de Canadá, Justin Trudeau y de Italia, Giorgia Meloni, esta vez fue el mandatario argentino el que no participó de la imagen oficial del evento.
Según detallaron fuentes oficiales, la ausencia se debió a que el retrato fue tomado al momento de la reunión de Milei con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, lo que generó una superposición de actividades.