El papa Francisco sigue “estable”, no tiene fiebre y no ha necesitado ventilación mecánica no invasiva en las últimas horas, aunque su cuadro clínico sigue siendo “complejo” y su pronóstico “reservado” tras 17 días ingresado en el hospital Gemelli de Roma, informó este domingo el Vaticano.
Francisco sigue recibiendo sólo oxígeno, no tiene fiebre. El pronóstico sigue siendo reservado. Asistió a misa esta mañana.
“El estado clínico del Santo Padre ha permanecido estable hoy; el Papa no ha precisado ventilación mecánica no invasiva, sino sólo oxigenoterapia de alto flujo; está apirético. Dada la complejidad del cuadro clínico, el pronóstico sigue siendo reservado. Esta mañana el Santo Padre ha participado en la Santa Misa, junto a quienes le están cuidando durante estos días de hospitalización, y después ha alternado reposo y oración”.
Así informa el boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede difundido esta tarde, domingo 2 de marzo, sobre el estado de salud del Papa, hospitalizado en el hospital Gemelli desde el 14 de febrero.
La crisis aislada de broncoespasmo del pasado viernes no ha tenido consecuencias directas. Sin embargo, el riesgo de criticidad se mantiene y, por tanto, el pronóstico sigue siendo reservado.