El Papa Francisco recordó hoy, en el Vaticano, los más de mil días de guerra en Ucrania, advirtiendo acerca de la «amenaza nuclear» del conflicto con Rusia. “Ayer [19 de noviembre] se cumplieron mil días desde la invasión de Ucrania, una ocasión trágica en términos de las víctimas y de la destrucción que causó, pero al mismo tiempo una catástrofe vergonzosa para toda la humanidad”, afirmó al final de la audiencia general semanal, que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro.
Ante miles de peregrinos, entre ellos la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, Francisco pidió ayuda para un pueblo “mártir”. El Papa invitó a todos a «pedir la paz y a trabajar para que las armas dejen paso al diálogo y la confrontación, al encuentro».
La intervención estuvo marcada por la lectura de una carta de un joven universitario de Ucrania, sobre la experiencia de dolor y fe durante más de mil días de guerra. “Vivir en una ciudad donde un misil mata y hiere a decenas de civiles, viendo tantas lágrimas, es difícil. Ojalá me hubiera escapado, ojalá hubiera vuelto a ser un niño abrazado a mi madre. Sinceramente, quería estar en silencio y en amor. Pero doy gracias a Dios porque, a través de este dolor, aprendí a amar más”, dice el texto.
El joven pidió al Papa hablar de “mil días de sufrimiento”, pero también de “mil días de amor. Porque sólo el amor, la fe y la esperanza dan verdadero significado a las heridas”, explicó.
Diálogo interreligioso
Francisco se había reunido esta mañana, antes de la audiencia general, con los participantes en el XII coloquio del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso con el Centro para el Diálogo Interreligioso e Intercultural.
“Nuestro mundo está dividido y desgarrado por el odio, las tensiones, las guerras y las amenazas de conflicto nuclear. Hoy, esta última amenaza está en las noticias. Esta situación nos lleva a nosotros, creyentes en el Dios de la paz, a orar y trabajar por el diálogo, la reconciliación, la paz, la seguridad y el desarrollo integral de toda la humanidad”, apeló, ante responsables cristianos y musulmanes.
El Papa Francisco subrayó la necesidad de “hablar y trabajar por la dignidad y los derechos de cada persona, de cada comunidad y de cada pueblo”, en particular, por la libertad religiosa.
(Fuente: AICA.ORG)