El objetivo: discutir temas cruciales relacionados con la repatriación de venezolanos detenidos en Estados Unidos y la liberación de ciudadanos estadounidenses encarcelados en Venezuela
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recibió este viernes en Caracas a Richard Grenell, enviado especial del expresidente Donald Trump, para discutir temas cruciales relacionados con la repatriación de venezolanos detenidos en Estados Unidos y la liberación de ciudadanos estadounidenses encarcelados en Venezuela. La reunión, transmitida por la televisión estatal venezolana, se desarrolló en un clima de alta tensión política y migratoria, marcado por el rechazo de Washington a la reelección de Maduro y las sanciones impuestas por la administración republicana.
Durante el encuentro, Grenell abordó varias demandas clave del gobierno de Estados Unidos. Según fuentes de la Casa Blanca, el enviado insistió en que Caracas debe aceptar la deportación de venezolanos acusados de crímenes en territorio estadounidense. Esto incluye a presuntos miembros del Tren de Aragua, una banda criminal de origen venezolano que el expresidente Trump designó como organización terrorista. En este sentido, Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Estados Unidos para América Latina, aseguró que «el presidente Trump espera que Nicolás Maduro recupere a todos los criminales y pandilleros venezolanos sin condiciones».
El encuentro también tocó el delicado tema de los ciudadanos estadounidenses detenidos en Venezuela. Grenell y Claver-Carone exigieron la liberación inmediata de al menos ocho estadounidenses, a quienes el gobierno de EE. UU. considera «rehenes». La ONG Foro Penal, dedicada a la defensa de derechos humanos, estima que al menos diez personas con ciudadanía o residencia estadounidense se encuentran encarceladas en el país sudamericano. En este contexto, Claver-Carone reiteró que la responsabilidad de la situación recae directamente sobre Venezuela: «Venezuela los tiene que aceptar, es su responsabilidad», señaló.
Por otro lado, la crisis migratoria sigue siendo un tema caliente en las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. La política migratoria de Trump se ha endurecido, lo que ha provocado roces con países de la región. Un incidente reciente involucró un vuelo militar de Estados Unidos con migrantes venezolanos esposados, el cual fue rechazado por Colombia, lo que desató una crisis diplomática.
En paralelo, la política petrolera también se encuentra en el centro de las tensiones. Trump anunció que Estados Unidos probablemente dejará de comprar crudo venezolano, y algunos congresistas republicanos han exigido la cancelación de las licencias que permiten a empresas como Chevron, Repsol y Maurel & Prom operar en Venezuela.
Este encuentro entre Maduro y Grenell se produce en un contexto de creciente hostilidad entre Venezuela y Estados Unidos. La crisis política y económica en Venezuela, sumada a la postura firme de Washington, alimenta las fricciones entre ambos gobiernos. En este sentido, la crisis venezolana será uno de los temas que abordará el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, durante su gira por Centroamérica y el Caribe.
Mientras tanto, desde Washington, el gobierno republicano mantiene su desconocimiento de la reelección de Maduro y refuerza su apoyo al exiliado Edmundo González Urrutia, quien reclama la victoria en las elecciones presidenciales de julio de 2024. La situación sigue siendo volátil, y el desenlace de este complejo escenario dependerá de las decisiones políticas que tomen tanto los actores venezolanos como los estadounidenses en los próximos meses.
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Fuente: (Noticias Argentinas)