La instrumentación quirúrgica es una profesión silenciosa, pero fundamental en el cuidado de la salud. Así lo describió Andrea Acuña, licenciada en Instrumentación Quirúrgica y docente de la Fundación Barceló, quien dialogó con La Última Rosca, el programa que se emite de lunes a viernes de 18 a 20 por Radio Up, sobre la relevancia de esta carrera, su plan de estudios actualizado y la alta inserción laboral de sus egresados.
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“La gente cuando entra en un quirófano está muy asustada y no sabe reconocer quiénes somos los instrumentadores quirúrgicos, que estamos ahí, los recibimos y los acompañamos durante toda la cirugía en el pre, durante y en el postquirúrgico”, explicó Acuña. Y en ese marco, añadió el rol humano de estos profesionales que asisten a los pacientes en momentos de vulnerabilidad.

Una profesión con base en intervención quirúrgica
La carrera de Tecnicatura en Instrumentación Quirúrgica tiene una duración de dos años, brindando una sólida base para intervenir en cualquier cirugía, ya sea de urgencia, programada, ambulatoria o de pacientes internados. Los interesados pueden luego continuar con dos años más para obtener la Licenciatura, que amplía las competencias a la gestión de quirófanos y la participación en comités médicos.
Acuña hizo hincapié en la actualización del plan de estudios de la Fundación Barceló hace dos años, incorporando materias modernas que facilitan la inserción laboral. Durante el primer año, los estudiantes reciben una fuerte formación teórica y trabajan intensamente con el simulador, un quirófano completo dentro de la facultad que permite practicar en un ambiente seguro y cometer errores sin riesgo real. “El beneficio es que cuando ellos van a un quirófano, ya se sienten más seguros porque están en un ambiente que conocen”, señaló.
El segundo año de la carrera se enfoca en las prácticas intensivas en instituciones de salud, tanto públicas como privadas, con el objetivo de que los alumnos adquieran experiencia en ambos modelos de atención. La Fundación Barceló, además, adapta sus programas a las patologías específicas de cada región, como el labio leporino en zonas con explotación minera, lo que brinda una formación aún más relevante para el contexto local.

Vocación para la profesión
La vocación por la instrumentación quirúrgica requiere de un sólido dominio de las habilidades técnicas. Según Acuña, es imprescindible conocer “todo el instrumental quirúrgico, con nombres y apellidos, y con diferentes formas, según el paciente y según la patología”. Además, los instrumentadores deben dominar las técnicas quirúrgicas para anticiparse a los movimientos de los cirujanos y estar preparados para cualquier eventualidad o complicación durante la operación. “Un buen instrumentador realmente está a la par del cirujano”, afirmó.
Pero más allá de lo técnico, la dimensión humana es crucial. La Fundación Barceló ofrece una materia innovadora, “Competencias Emocionales del Instrumentador Quirúrgico“, diseñada para que los alumnos aprendan a manejar la ansiedad, el estrés y a desarrollar empatía sin que los afecte emocionalmente. “La urgencia real nadie te prepara”, reconoció Acuña, quien, con más de 26 años de experiencia en quirófanos, destacó la importancia de estas herramientas para el manejo del estrés en situaciones críticas.

La demanda de instrumentadores quirúrgicos es muy alta. “El instrumentador cuando se forma, comienza a trabajar a los dos años, se recibe, saca su matrícula e ingresa a trabajar”, aseguró Acuña. Además, su campo laboral se ha expandido más allá del quirófano, incluyendo el manejo de bombas extracorpóreas en cirugías cardíacas (los llamados “bomberos”) y la atención domiciliaria de pacientes con dispositivos para heridas complejas (los BAC).
La tecnología también se integra en la formación. Los instrumentadores aprenden a manejar equipos de última generación como el robot DaVinci, utilizado en cirugías a distancia. La Inteligencia Artificial (IA) ya se aplica en la licenciatura virtual para el armado de protocolos quirúrgicos y el manejo de estadísticas sobre eventos adversos.

Para quienes estén interesados en esta apasionante carrera, Acuña invitó a visitar la página de la Fundación Barceló y buscar la carrera de instrumentación quirúrgica para obtener toda la información sobre el plan de estudios y el proceso de inscripción. “Es una carrera que les da una matrícula para poder ejercer en todo el país y tiene muy buen nivel de inserción laboral”, concluyó.