El ejercicio del sacerdocio es un pilar fundamental dentro de la iglesia católica. Aquellos hombres que reciben la llamada de Dios, son los elegidos para “guiar al rebaño” a través de los diversos misterios del catolicismo.
Sin embargo, existen casos donde la vocación termina por dar un vuelco hacia otro camino, dejando atrás los hábitos tomados un día.
En este sentido, Juan Carlos Belgrano, un reconocido ex sacerdote de la ciudad de Posadas, dialogó con Radio Up 95.5 y relató como es la vida luego de dejar de ejercer el sacerdocio.
“Creo que viví muy plenamente mi tiempo de sacerdocio. Yo lo ejercí en Buenos Aires, en los primeros años, después de 17 años en la provincia Misiones y luego 5 años en la zona oeste en Buenos Aires”, comentó.
“Fue una diversidad de experiencias y aprendizajes, guiado quizás por una propuesta de Jesús: ‘He venido para que tengan vida y vida en abundancia’”, manifestó.
“Eso me llevó a hacer una diversidad de acciones y acompañar diversas realidades en torno al dolor o aquellos que estaban en una situación de vida complicada para que podamos tener más vida”, añadió Belgrano.
Cabe señalar que Belgrano fue uno de los referentes del FUD, del Frente Unidos por la Dignidad, acompañando al obispo emérito de Iguazú, Joaquín Piña. Además, fue muy reconocido por ser uno de los responsables de Cáritas en varios puntos del país.
Sin embargo, el camino de Belgrano tomó un rumbo diferente luego de una traumática experiencia personal, la cual reveló años después.
“En el 2004, yo me enteró que mi hermano fue abusado por la misma persona que yo había sido abusado y que había muchas otras víctimas por parte de esta persona”, relató.
“A partir de allí, logramos hacer una denuncia pública donde esta persona reconoce el abuso por lo menos de tres personas”, indicó Belgrano.
Leé también: Religiosidad | “Los desafíos en la vocación de los sacerdotes son diarios”, sostuvo el rector del Seminario Santo Cura de Ars
Además, resaltó que “eso fue un punto de inflexión, porque ahí empecé a involucrarme en esta realidad del dolor de personas lastimadas por la violencia del abuso”.
Hoy, alejado de la religión, Belgrano reveló que “hoy me encuentro en un lugar donde todo habla de una trascendencia, no con una expresión ritual religiosa, sino con la grandeza de una creación que nos desborda constantemente y que nos habla de que somos pequeños”.
“No tengo una práctica religiosa concreta más que lo que voy haciendo de contemplación y de encuentro con la maravilla de la creación y con la maravilla de las personas en su misterio, en su lucha por estar mejor, por sanar heridas y es a lo que estoy hoy también dedicándome y acompañando”, completó.