Este domingo, el Santuario de Loreto fue nuevamente el punto de encuentro para miles de fieles de toda la provincia, que participaron de la tradicional peregrinación diocesana, un evento profundamente arraigado en la fe y la cultura de Misiones.
La jornada, que coincide este año con la Jornada Mundial de los Pobres, será también una ocasión para reflexionar sobre los desafíos sociales y económicos que atraviesa la región.
La peregrinación comenzó el sábado por la tarde, cuando los primeros grupos de caminantes, ciclistas y hasta navegantes partieron desde la ciudad de Posadas hacia Loreto. A lo largo de la jornada, también se sumaron delegaciones de localidades como Leandro N. Alem y Jardín América, integrando a jóvenes, adultos y familias completas en una marcha cargada de fervor y esperanza.
En la homilía de la misa central, celebrada en el tinglado que se encuentra en el centro de la localidad de Loreto, monseñor Juan Rubén Martínez, obispo de la diócesis de Posadas, destacó la importancia de la peregrinación, que no solo honra la memoria de los mártires y evangelizadores como Roque González de Santa Cruz, Alonso Rodríguez, Juan del Castillo y el Padre Antonio Ruiz de Montoya, sino que también invita a la reflexión sobre los desafíos actuales, en un contexto donde la pobreza y la exclusión social marcan la agenda.
Monseñor Martínez expresó su preocupación por la creciente desigualdad y la falta de atención adecuada al problema de la pobreza, tanto a nivel local como global. En su mensaje, subrayó que la situación económica y social de muchas familias en Misiones es cada vez más crítica, y que los jóvenes, niños y ancianos de diversas localidades sobreviven en condiciones de marginalidad. En este sentido, hizo un llamado a no ser indiferentes ante esta realidad.
“Vivimos en un tiempo marcado por el pragmatismo y la prioridad de lo mercantil sobre lo humano. Esto está generando más pobreza y más exclusión en nuestra provincia y en el mundo”, manifestó el obispo, quien lamentó que las estadísticas sobre pobreza sean tratadas como cifras sin rostro y sin implicancia real en las políticas públicas.
El mensaje de monseñor Martínez resuena con la temática de la Jornada Mundial de los Pobres, instituida por el Papa Francisco, quien en el marco del Jubileo de la Misericordia convocó a la reflexión sobre la necesidad de crear sociedades más inclusivas y equitativas. “No podemos permitir que la pobreza sea vista como un problema aislado, ni mucho menos como una amenaza. Es un desafío de todos, y requiere de un compromiso real de todos los sectores de la sociedad”, añadió.