Myriam Barone, Doctora en Ciencias Sociales e investigadora del IESYH-CONICET, dialogó con Radio Up 95.5 y abordó el tema de la discriminación en Argentina, con especial énfasis en la provincia de Misiones. Además, se refirió a los resultados del último mapa del INADI, que reveló que casi el 50% de la población encuestada en Misiones se sintió discriminada en algún momento de su vida.
Según Barone, la discriminación es un problema social profundo que requiere de una comprensión integral. “El INADI, en su momento, fue un instituto que realizó investigaciones importantes sobre cómo se manifiesta la discriminación desde el punto de vista de las ciencias sociales”, explicó.
En esta línea, destacó que los estudios del INADI, realizados en 2014, 2016 y entre 2018 y 2019, permiten comparar cómo este problema ha evolucionado en Argentina.
El mapa de discriminación en Misiones, basado en encuestas en Posadas y cinco ciudades del interior, muestra que “casi el 50% de los misioneros dice que en algún momento de su vida se sintió discriminado”, señaló Barone quien además resaltó que “este dato es significativo y refleja una realidad preocupante en la provincia”.
Según la investigadora, el principal motivo de discriminación identificado en Misiones es la cuestión socioeconómica.
“Lo primero que dicen es que se sienten discriminados por ser pobres”, afirmó Barone. Esta discriminación se manifiesta en diversas instituciones, incluidas las educativas y de salud. “Llegan, revisan y miran mi aspecto general, mi color de piel, mi vestimenta, y dicen ‘espera porque no tengo para vos turno’ o ‘vení mañana’”, detalló Barone.
Además de la pobreza, otros motivos relevantes de discriminación incluyen el género y la obesidad. “La cuestión de ser mujer también aparece como una discriminación muy presente”, añadió.
En menor medida, se reporta discriminación relacionada con la inmigración, aunque esto es menos frecuente debido al contexto multiétnico de Misiones y su proximidad a Paraguay y Brasil.
Por otro lado, un dato alarmante es que los jóvenes son los más afectados por la discriminación socioeconómica. “De ese 50%, los que más se sienten discriminados son los jóvenes”, explicó Barone.
Este grupo, que abarca desde adolescentes hasta adultos jóvenes, reporta experiencias significativas de discriminación, especialmente en el ámbito educativo.
En tanto, indicó que “la discriminación en las escuelas es particularmente preocupante”.
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Barone recordó un incidente en el que una docente pidió a un alumno que se vistiera de «negrito» para una representación del 9 de julio. Este tipo de situaciones reflejan una falta de sensibilidad y comprensión en el sistema educativo.
“La ciencia social nos enseña que las palabras hacen las cosas”, comentó Barone, subrayando la importancia del lenguaje y las etiquetas en la formación de percepciones y actitudes discriminatorias.
A pesar de estos desafíos, ha habido avances significativos en algunas áreas. Barone destacó que “a partir del matrimonio igualitario, bajó la presión de sentirse discriminado por tener una orientación sexual diferente”. Según resaltó, este tipo de legislación y reconocimiento ha tenido un impacto positivo en la percepción y el tratamiento de las personas LGBTQ+.
Por último, manifestó que la eliminación del INADI como instituto autónomo ha dejado un vacío significativo en la lucha contra la discriminación.
Barone sugirió que otras instituciones, como el Ministerio de Derechos Humanos de Misiones, podrían asumir algunas de estas responsabilidades. “Cualquier institución que esté al servicio de mejorar la calidad de vida de la gente tiene que ser bienvenida”, afirmó.