En el marco del Día del Programador, una fecha que celebra a quienes se dedican a la creación de software, se reabre el debate sobre las condiciones laborales de los trabajadores informáticos en Argentina.
En este sentido, Carlos Azcona, delegado NEA de la Asociación Gremial de Trabajadores Informáticos, dialogó con “El País de la Libertad” de Radio Up 95.5 y ofreció un panorama sobre las dificultades que enfrenta este sector, a pesar de ser percibido como uno de los mejor remunerados en el país.
“Hay una temática muy profunda, que es la cuestión de que el informático, más allá de los avances en la profesión desde los años 60, sigue sin contar con un reconocimiento pleno de sus condiciones laborales”, señaló Azcona.
A pesar de la creciente relevancia de la tecnología, la falta de un convenio colectivo de trabajo limita el acceso a beneficios como licencias o protección adecuada en materia de salud. Según el delegado, este vacío legal precariza el empleo de miles de trabajadores que, en muchos casos, no tienen claridad sobre su estatus laboral.
El sector tecnológico en Argentina tiene un sindicato formalmente reconocido, pero, como indicó Azcona, “aún se sigue esquivando la posibilidad de una convocatoria paritaria o la definición de un convenio colectivo de trabajo”.
Esta falta de regulación impide que los trabajadores puedan negociar de manera efectiva sus condiciones de empleo, y depende, en gran medida, del “buen gusto o parecer del patrón de turno”.
Leé también: Inteligencia Artificial y la muerte | “Sin amor no hay duelo” sostuvo Iván Bondar
En tanto, se refirió a la concentración de regalías en pocas empresas grandes, a pesar de la existencia de la Ley de Economía del Conocimiento, que debería fomentar la equidad en la distribución de los beneficios. “Cinco empresas en la República Argentina se llevan el 50% de los beneficios que otorga la Ley de Economía del Conocimiento, mientras que el resto del sector sigue en condiciones desiguales”, remarcó Azcona.
Por otro lado, y en términos de distribución laboral, Azcona destacó que solo el 37% de los trabajadores informáticos en el país opera para empresas argentinas, mientras que el resto trabaja de manera freelance para el exterior.
“La mano de obra argentina es mucho más económica y nuestros trabajadores son brillantes, lo que los convierte en una opción atractiva para empresas extranjeras”, explicó. Sin embargo, la falta de regulación en el mercado interno agrava las diferencias salariales y las condiciones laborales desiguales.
Finalmente, Azcona criticó cómo las grandes empresas suelen manejar la relación laboral con sus empleados. “Te plantean que no sos un trabajador, sos un talento, y eso diluye la relación laboral. Incluso, se ha visto cómo pelean por cosas mínimas, como pedirle a un empleado que devuelva una mochila que le dieron cuando ingresó”, señaló, lo que refleja la desigualdad en el trato hacia los profesionales del sector.